SATÁN O SATANÁS. Muy bien, profundizaré más acerca de la fe.
La Sagrada Escritura nos ofece grandes ejemplos de fe. Abraham recibió de Dios la promesa de una descendencia numerosa como las estrellas del cielo. Era ya de edad avanzada y no tenía más que un hijo, y con todo, Dios le ordenó que se le ofreciera en sacrificio. Creyó Abraham contra toda esperenza y obedeció, erigiéndose padre de todos los creyentes. Y es que el motivo de la fe es la misma autoridad de Dios, la fe humana a diferencia de la divina se funda en la autoridad del hombre y puede errar y de paso equivocarnos. El testimonio de Dios es la revelación.
La Sagrada Escritura nos ofece grandes ejemplos de fe. Abraham recibió de Dios la promesa de una descendencia numerosa como las estrellas del cielo. Era ya de edad avanzada y no tenía más que un hijo, y con todo, Dios le ordenó que se le ofreciera en sacrificio. Creyó Abraham contra toda esperenza y obedeció, erigiéndose padre de todos los creyentes. Y es que el motivo de la fe es la misma autoridad de Dios, la fe humana a diferencia de la divina se funda en la autoridad del hombre y puede errar y de paso equivocarnos. El testimonio de Dios es la revelación.