Y continuaba:
Antón, Antón, no pierdas el son,
porque en la alameda,
dicen que hay un hombrón,
con un camisón,
que a los niñoz lleeeva.
Saludos, Carlos.
Antón, Antón, no pierdas el son,
porque en la alameda,
dicen que hay un hombrón,
con un camisón,
que a los niñoz lleeeva.
Saludos, Carlos.