! Aquellos maravillosos años y los que siguieron!... Pueblo y ciudad y ciudades para mucho de nosotros.
Juegos en la plaza: juegos que se han perdido.
Triste lo mas lejano, por aprender a tener memoria entre soldados.
Y luego viajeros, ya un poco crecidos: transeuntes por la gran ciudad o sus alrededores, hoy lavando platos, o fregando: limpiando aquel malholiente matadero, por cuatro perras. Explotados por "el señor" de turno, com dos criadas, pagadas con la comida, esta escasa. Y laar el coche (los coches) del "señor" el cual: al menos si me daba lo suficiente, (el día que me conducía allí donde explotaba a mas mayores que yo) para algún domingo, que no todos, acercarme a algún cine.
Y se creció, y como aputaban unos pelillos en labio y barbilla, pues uno llego a salir con una de las pobres chicas, y uno pues eso que se sentía a gustomientras se aprendía que el amor debía de ser muy bonito.
Y se seguía creciendo. Y el Retiro, y la Casa de Campo, y otras mozas, pporque aquellas de la Finca de La Moraleja quedaron atrás. Y el esnasyo de los primeros besos inocentes, y mientras tanto, nacería el gran amor que el destino robaría... porque se siguió creciendo y aprendiendo a recoger lo mejor de la vída: el amor... que se convertiría en olvido, aunque no del todo...
Y el destino que decide: mili temprana. Amores que se olvidad mientras otros llegan y no colman y desaparecen.
Y se aprende a ser serio. aue la vida no es todo risa...
! Ah, aquellos años!
Y hoy mismo, a recordar: hace solo unos instantes, mi memoria ha escarbado, en las lindes de mis caminos: hechos, lugares... Y un buen puñado de soles, y varios manojos de flores entre días claros nublados.
! Ah los maravillosos años!
Juegos en la plaza: juegos que se han perdido.
Triste lo mas lejano, por aprender a tener memoria entre soldados.
Y luego viajeros, ya un poco crecidos: transeuntes por la gran ciudad o sus alrededores, hoy lavando platos, o fregando: limpiando aquel malholiente matadero, por cuatro perras. Explotados por "el señor" de turno, com dos criadas, pagadas con la comida, esta escasa. Y laar el coche (los coches) del "señor" el cual: al menos si me daba lo suficiente, (el día que me conducía allí donde explotaba a mas mayores que yo) para algún domingo, que no todos, acercarme a algún cine.
Y se creció, y como aputaban unos pelillos en labio y barbilla, pues uno llego a salir con una de las pobres chicas, y uno pues eso que se sentía a gustomientras se aprendía que el amor debía de ser muy bonito.
Y se seguía creciendo. Y el Retiro, y la Casa de Campo, y otras mozas, pporque aquellas de la Finca de La Moraleja quedaron atrás. Y el esnasyo de los primeros besos inocentes, y mientras tanto, nacería el gran amor que el destino robaría... porque se siguió creciendo y aprendiendo a recoger lo mejor de la vída: el amor... que se convertiría en olvido, aunque no del todo...
Y el destino que decide: mili temprana. Amores que se olvidad mientras otros llegan y no colman y desaparecen.
Y se aprende a ser serio. aue la vida no es todo risa...
! Ah, aquellos años!
Y hoy mismo, a recordar: hace solo unos instantes, mi memoria ha escarbado, en las lindes de mis caminos: hechos, lugares... Y un buen puñado de soles, y varios manojos de flores entre días claros nublados.
! Ah los maravillosos años!