"PLATERO Y YO", el cuento clásico de Juan Ramón Jiménez, cumple 100 años
PLATERO
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas.... Lo llamo dulcemente: " ¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que ... (ver texto completo)
PLATERO
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas.... Lo llamo dulcemente: " ¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que ... (ver texto completo)
Qué tal Nieves, se pasaron los calores?, como bien dices Platero nos hacía soñar, creo que casi todos de aquella queríamos tener un burro y no un perro, tal como lo presentó su creador.