Que al fin, no fue corrida sinó sólo becerrada, pero de este detalle no se dio cuenta nuestro, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Que al fin, no fue corrida sinó sólo becerrada, pero de este detalle no se dio cuenta nuestro amigo por entonces, y aún sospechó que hasta llegó a morir, mucho después sin enterarse.
Venido el momento oportuno, en pleno tercio de varas, los monosabios sacaron al héroe, más muerto que vivo, por la puerta del patio de caballos, montado en un triste jamelgo -que iba medio despatarrado con el peso- y lo situaron en el lugar y en la posición necesarios para ejecutar la suerte mientras que alguno de los aficionados que habían saltado al ruedo, citaba al choto para ponerlo al alcance de la puya del flamante picador.