GASTRONOMÍA DE LA TRUCHA

Lo del bien comer, no lo del comer bien, es algo que pese a la época de naciente democracia en que vivimos, se sigue llevando como cuando reinaba Carolo, muy corregido y aumentado por cierto, puesto que se ha introducido más sentido común en la interpretación de la norma, la del bien comer por supuesto, dando de lado a las cantidades pantagruélicas tan del uso cuando Carolo y cuando Filipo y cuando tantos monarcas de feliz memoria y disminuyendo sensiblemente el número de platos para lograr un equilibrio en el sentido del gusto, y así del primero al último bocado encontrarse en condiciones de saborear a modo, lo que cada “Quisque” se lleva a la boca.
Claro está que a la hora del bien comer para nada se piensa que la vianda a ingerir goce de más o menos perfecciones alimenticias o bromatológicas. Solo cuentan las gastronómicas del buen <<gourmet>>.