PALACIOS REALES Y CONDALES DE LA CIUDAD DE LEÓN, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

PALACIOS REALES Y CONDALES DE LA CIUDAD DE LEÓN

El Palacio-Convento de San Marcos
El plateresco en San Marcos
El antiguo hospital de peregrinos que databa ya del siglo XII, como hospedería de pobres en donación de la infanta Doña Sancha, junto al río Bernesga y extramuros de la ciudad, queda luego para los caballeros de la espada de la Orden de Santiago, como casa mayor en el reino de León.
En el siglo XVI, por Cédula de los Reyes Católicos, se demuele el antiguo y se levanta el nuevo. Desde entonces ha sufrido el monumento de San Marcos muchos avatares. En el siglo XIX pasó a ser Instituto de Segunda Enseñanza, Escuela de Veterinaria, casa de Jesuitas, hospital de enfermos.
El Ayuntamiento de León quiso derribarlo en 1875, y en 1879 se cedió a los Escolapios; más tarde paso al ministerio de Fomento y luego al de la Guerra.
Por fin fue adquirido por el Obispado en propiedad de la Iglesia, con las gestiones de los prelados Miranda, Ballester y Almarcha, quien al fin lo cedió al ministerio de Información y Turismo para establecer en él uno de los mejores hostales de Europa, recibiendo el Obispado una cantidad simbólica con la que monseñor Almarcha construyó la Obra Hospitalaria Nuestra Señora de Regla, como centro sanitario de lo más avanzado entonces.
El Renacimiento lo traen a León artistas extranjeros, principalmente franceses, entre ellos Juan de Juni y Doncel.
Los que entonces desean ganar dinero vienen a España, porque España era entonces lo que hoy Estados Unidos, para aquellos que se sientan con ambiciones científicas y económicas.
Hay que tener en cuenta que León entonces es una cabeza de serie: en el arte romano con sus murallas, en el románico con toda la acumulación única de San Isidoro, en arquitectura, escultura, pintura y artes menores; en el gótico por haber una catedral de purísimo estilo y ahora va a ser en el plateresco el monumento de San Marcos como una joya de muestra.
La obra se encarga a Pedro de Larrea, arquitecto del convento de Alcántara y la piedra se trae de Boñar.
Larrea hace los planos, pero está documentado que las primeras piedras las pone Juan de Horozco en 1520, y su documentación está en piedras, fechas y cartelas. Juan de Horozco es el artífice para la obra de la iglesia, Villarreal para la fachada y Juan de Badajoz el Mozo para el claustro y la sacristía.