DIARIO DE LEON:

CORNADA DE LOBO

Canta, cigarra

PEDRO TRAPIELLO 17/03/2012

Tienen nombre propio. Fueron (y son) cargos públicos y buitres privados. Tuvieron la sartén por el mango y presupuestos de rabo largo, dineraco con dientes. ¿Y qué ves ahora?... polvareda de escándalos, tormentas de arena y el humo de huídas veloces y precipitadas... no habrá escoba para barrer tanto polvo y ceniza (que son, por este orden, de donde se viene y a donde se va, pulvis eris et in pulverem reverteris).

Apostamos todo a lo virtual. Era tendencia y chollo. Era humo. Y el dinero, sólo plástico en la hoguera.

¿Qué riqueza trajo toda aquella carrada y aquel endeudarse hasta las pestañas?... ¿qué productos concretos nos proporcionará la huerta de un palacio de regresos, un pabellón ferial o una terminal de Tecagas en el aeropuerto de Temeas?... ¿qué fruta recogeremos cada otoño de tanta arquitectura de autor y tanto fasto?... y ya que todo nos está haciendo más pobres, ¿nos hará, al menos, más listos?...

Se tienen dudas. La necedad y la voracidad nunca aprenden escarmientos.

¿Y en qué cree usted que debiera haberse invertido todo lo que hoy se nos muestra alarde estéril o despilfarro?

¿En fábricas, en el campo, en investigación, en prolongar la agonía minera?... Ojo, compadre, esa es la vía lenta, no la rápida, dijo la Cámara de Barandas... y además, ¿a qué esforzarse?, aquí estamos bien orientados bancaria y políticamente a la industria del solar edificable especulando morteradas, a la obra pública cachonda, a la vinoterapia, al lino de los cojones y al sector servicios-turismo-tiendas con sus planes especiales, sus entes y sus eventos de departamento.

Ya lo profetizaba hace quince años Claudín, el de Benita Pedrún: Dentro de ná, tós camareros... el resto, de cajeras... y los que no valgan, pa jefes.

Cigarra, canta, cigarra,

que ya está llegando el día...

A veces, algunas veces,

el cantor tiene razón

aunque tape el nubarrón

la alegría de la vida;

de un día nace otro día

y a esa fuerza no la matan,

aunque maten al cantor.

Ospá, ¡María Ostiz!, atrás, ¿qué hace aquí?, ¿la han hecho ministra de algo?...