Llegan al puente sobre el rio Luna, que hoy viene con mucha agua. Se van alejando con esperanza, con fuerza, con mucho ánimo... saben que la marcha va a ser dura, y a veces cruel... pero no les importa, solo quieren llegar a Madrid y hablar con el ministro... que hasta ahora solo saber decir lo mismo, y su frialdad y prepotencia es increible... porque todavia no se le ha escuchado decir nada humano y sensible... de acercamiento a este grupo de personas que son los mineros...