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Los pantanos leoneses agonizan

León tiene que mirar una década atrás para hallar en sus embalses niveles tan bajos como los actuales.. La escasez de lluvias sitúa el actual año hidrológico entre los cinco más secos de los últimos treinta.

PILAR INFIESTA | REDACCIÓN 26/09/2012

La escasez de lluvias en un año hidrológico calificado como muy seco por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha convertido a los pantanos leoneses en una caricatura de sí mismos. La falta de agua deja ver con claridad decenas de metros de los perfiles resecos de los embalses, en los que emergen como fantasmas los lindes, carreteras, caminos y casas de piedra de los pueblos sepultados. Síntoma de que los pantanos están sedientos. De hecho, sólo embalsan el 16,1% de los 1.296 hectómetros cúbicos de su capacidad.

La comparativa con el año anterior tampoco tranquiliza. A finales de septiembre del 2011, los cuatro embalses leoneses se nutrían con casi el doble de hectómetros cúbicos (29,2) que actualmente, repitiendo a la baja la tónica de la última década.

Observando los pantanos uno a uno, Villameca es el más afectado por la escasez de precipitaciones. Alberga 1,2 de los 20 hectómetros cúbicos para los que fue construido (6%); poco más contiene el pantano de Barrios de Luna, 28,8 de los 308 hm3 para los que está preparado y que representan un 9% de su vaso. El Porma logra mantenerse en un 15% de su capacidad y Riaño apenas llega al 20% de llenado. En definitiva, una situación que la CHD califica de «crítica».

Las estadísticas de la Confederación Hidrográfica del Duero sobre los últimos quince años también son reveladoras y preocupantes. Según esas tablas, Villameca igualaría al peor nivel de agua embalsada registrada un mes de septiembre, el de la campaña del 2005.

En los casos del Porma y Riaño, la situación actual sólo es mejor que en el ejercicio 2001-2002, cuando las reservas de agua cayeron a 47,5 hm3 y 91,3, respectivamente; mientras la infraestructura de Barrios de Luna sólo ha conocido desde 1995 otros dos septiembres más negativos que el presente, los del 2002 y el 2006. Villameca obstenta, además, un récord autonómico en la cuenca del Duero: es el pantano actual más vacío de Castilla y León, seguido por el de Águeda, en Salamanca, que contabiliza una ocupación del 8%, y los de Aguilar (en Palencia) y Barrios, que empatan con un escaso 9% de reservas.

En el otro extremo, los pantanos de Burgos son los que mejor salud muestran, con cotas del 61% y 38% en los embalses de Arlanzón y Úzquita.

Por eso los ojos están clavados en el cielo, aunque Aemet no maneja una previsión rotunda, por la irrupción de la tormenta tropical Nadine frente a las costas portuguesas, que está generando, según los meteorólogos, un impacto errático a la hora de indicar el tiempo de las próximas semanas.

«Los modelos que poseemos cambian cada dos horas por esa tormenta y no se puede adelantar si el otoño será lluvioso o seco. Está lloviendo en el tercio noroeste de la comunidad, lo que beneficia a León, Ponferrada, Zamora, pero parece que evolucionará al sur de la autonomía», explican.

Aemet sí confirma que la media de déficit de lluvias desde el 1 de octubre del 2011 es del 37%. En León, las precipitaciones acumuladas desde esa fecha son de 260 litros por metro cuadrado, «una anomalía, ya que ha llovido menos de la mitad de lo que debiera», señalan.

A falta de cerrarse el denominado año hidrológico el 30 de septiembre, las cifras configuran un año «que sin ser el más seco de los últimos treinta que tomamos como referencia, quedará entre los cinco primeros», entienden.

Si se revisan los datos del año agrícola, que comienza en septiembre, se aprecia que el oeste de la provincia leonesa ha recibido un 25% menos de lluvias de las normales, y el Noreste, entre un 25 y un 50% menos