Sí, es plácido y sereno cuando llega a la costa, porque ha perdido bravura, salvo que la tormenta lo acicate. Para don Cristóbal ha de haber sido terrible, porque las naves no eran transatlánticos, justamente.
Este libro muestra a un Colón humano, enamorado y con un hijo, aunque su vida de navegante le impidió tener una familia. En mi país tenemos un disgusto con las autoridades nacionales relacionado con él. En el contrafrente de la Casa de Gobierno está la plaza Colón donde, en oportunidad del centenario de nuestra Nación, la comunidad italiana donó una estatua hecha en mármol de Carrara, sobre un pedestal con Colón mirando hacia el río de la Plata. Ahora, por cuestiones ideológicas, la bajaron del pedestal, la acostaron y la están desarmando para ser llevada a la ciudad de Mar del Plata, según decidió la presidenta. Este es un bien de la ciudad, recibido en donación por una comunidad, y con la condición de ser ubicado allí, frente al río. Así es que don Cristóbal ha caído en desgracia y la obra se está quebrando poco a poco... No sé cuánto ha progresado el mundo desde el descubrimiento, a veces me parece que en algunos items avanzamos muchísimo pero en otros... principalmente no aceptar diferentes posturas y hechos históricos.
Me he ido por las ramas, querida Coral! Veré si puedo ver la miniserie aquí, todo lo que es historia me encanta. Un abrazo.