LOS TRES AMIGOS DEL SAPO (VI), "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

LOS TRES AMIGOS DEL SAPO (VI)

(Recuerdo de Alejandro Casona en su escenario leonés)
Florentino-Agustín Diez

Pues bien: Alejandro nos descubrió esa música y ese alto expediente del sapo canoro. El trascendiendo de lo rural por todas partes, canta el sapo y le llama “maestro el sapo”. “hermano el sapo”….”espigador de ritmos en el silencio brujo” …”poeta de rodillas”, y le dice, reconocido y admirado: “Mi infancia sabe a música de tu flauta rural”. En esa infancia estaban, como no, los crepúsculos lánguidos y sonoros de la primavera del Luna.

Manuel Rabanal, rendido a la evocación poética de Casona, descubre en la rica musa popular de nuestro lugar, nada más y nada menos que la letra de esa música que había enajenado al autor de La Dama del Alba. Oigámosle, porque la cosa lleva pero que mucho duende. Para Rabanal, la voz del sapo “tiene timbre y cadencia de tuba y caramillo pánico” …”comienza con un primer compás trocaico, cuya representación a la manera humana, forzosamente inexacta, podría ser esta: Lú-kas…Melodía sin letra. Música pura”. “Y el pueblo se pone. La villa donde casona pasó muchos veranos de su infancia y juventud –la misma donde los otros amigos del sapo las pasaron enteras-, pone más o menos, esta letra al canto, al toque de flauta, de sus sapos: Lú-cas – cenaste? – Yo sí – tú np – clí-cló”. Y Rabanal, en fin, puntualiza el comentario perfecto: “Los demás incisos o pies métricos no son tan adecuados a la melodía sapina. Pero el primero de ellos –lú-cas – se ajusta rigurosamente” …. Y el que quiera saber más de esta “letra para la música de flauta del sapo y nombre humano para el pobre flautista”, qu aplique la sed de su curiosidad a la fuente de vivísimás aguas tonificantes que se llama El lenguaje y su duende, con su brujería y hasta la milagrería de las historias mágicas y lógicas de las palabras.

CONTINUARÁ……..