Continúo con el relato poético de María Jesús Morla (la otra de los castañales), "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Continúo con el relato poético de María Jesús Morla (la otra de los castañales)

- ¿Han venido los de SElga?
- ¡Sí mujer, y dos de Otero
y cuatro más de Benllera!
Pues esperamos un poco
que vamos a por las zuecas.
Al poco momento salen
bajando por la escalera
tan aceleradamente
que por poco allí se estrellan.
Echan a andar todas juntas
y cuando ya estaban fuera
me salgo pronto del carro
y me voy pin-pan tras ellas.
Yo pisaba muy suave,
no metía ruido apenas
así que oí tanto cuanto
unas a otras se dijeran
- ¿A quiénes cortejarán?
- A las que menos se piensan
- Hoy ya tenemos cortejo
- ¡A mi nadie me corteja!
Y aunque en mi no está decirlo
creo que no soy tan fea…!
- Además no peinas canas
y posees rica hacienda.
Esto en broma se decían
entre tristes y contentas
En el baile estamos ya
La casa en que se celebra
no la denomino aquí
para que nadie se ofenda
a la vez que así me evito
odio y malevolencias.
Repito en el baile estamos
yo sentado en una mesa
haciéndome el distraído
para que no concibieran
que las estaba escuchando
sus diretes y sus tretas.
- ¡Mirad qué buen mozo es
el que con Pepe conversa!
-Tiene la nariz más fea!
- ¡Calla chocha, que nos miran!
- Sí miran, mas no se enteran
- Pues ellos miran atentos
- Sí, sí, parece que observan
- Mírame con disimulo
hacia la parte trasera
que tengo la saya rota
y puede que se me vea.
Puedes estarte tranquila
que no se nota siquiera
- Mírame muy bien, por Dios,
- ¡Ay que pingajo te cuelga!
- ¡Virgen Santa del Socorro,
no seas chirigotera!
- ¿Crees que lo digo en broma?
Que en este instante me muera!
si lo que te digo no es cierto
si lo que afirmo no es veras,
- ¡Jesús, María y José,
qué bochorno y qué vergüenza
-Mira chacha, no te apures,
vamos “pa” la patatera
verás que pronto te corto
el pingo con unas tijeras.
¿Tendrá remedio con eso?
¡No lo ha de tener!, majadera
no lo hay para la muerte
lo demás todo se arregla.
Mira ya, ya estás
Adentro pues, vamos, ¡ea!
no perdamos un momento
que hoy es buen día de pesca
¡Tornan al baile, qué baile!
¡qué tañer de panderetas!
Qué jaleos y que saltos!
entre aquella patalea
¡qué palabras más finodas
qué frases más pilangueras
Un forastero a una moza
le dice de esta manera:
- ¿Tiene Vd. ya compromiso?
- ¿Por qué lo pregunta Vd.?
- Quizá porque me interesa
- Pues no tengo compromiso
y dado que lo tuviera
de todo prescindiría
por darle a Vd. complacencia
- Esa palabra me place
¡Quién de fijo lo supiera!
- Mire Vd. en este pueblo
sacando media docena
todas son muy envidiosas
y a la par muy embusteras.
ya critican, ya murmuran
le ponen de vuelta y media
A mi nunca ni jamás
Me gustó ser pamplinera.
Aborrezco a esa gentuza
que así charla y vocifera.
- Eso pasa en todas partes
Lo mismo ocurre en mi aldea.
Yo también soy enemigo
de gente tan vocinglera
pues debemos conocer
y además tener en cuenta
que todos tenemos faltas
más grandes o más pequeñas
Se interrumpió el coloquio
con una voz ¡fuera, fuera!
ya se ha terminado el baile
son más de las doce y media
Yo tomo mi tapabocas
me calzo las almadreñas
me salgo para la calle
antes que nadie lo hiciera,
con el fin de perfilar
y a fin de que ver pudiera
la que fuese acompañada
y la que fuere desierta
Y aunque juventud había
en buen grado forastera
No obstante quedaron muchas
a la “luna de Valencia
estas pobres desgraciadas
se marchaban descontentas
y sin duda por envidia
a sus mismas compañeras
las critican y murmuran
y ponen de vuelta y media
diciendo que si fulana
o menganito supieran
que buenas piezas están
las que esta noche cortejan.
Además mucho pimpollo
y no tienen dos pesetas,
chacha, si están empeñadas
hasta las mismas orejas
lo que vale son “llamargas”
así lo dijo en la “Huelga
una vez la Bernardona
a Rufinica y Amelia.
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