CONCLUSIÓN

Estas eran las luches que se celebraban con el único fin de entretenerse y pasar el rato. Esta actividad fue la principal causa de pasarlo bien, la mejor disculpa para disfrutar con motivo de las fiestas y donde el premio, las más de las veces, era un gallo o un mazapán a medias con la carrera de la rosca. De los desafíos del " ¿hay quien luche? o "me calzo", sin reglamentación fija, con costumbres y normas localistas, con distintos agarres y caídas, duración interminable, sin ninguna organización estable... se ha pasado a una, todavía incipiente, reglamentación que intenta deportivizar la única modalidad de lucha autóctona y tradicional que queda en la Península Ibérica. Como se puede ver el precio que la lucha leonesa tuvo que pagar para no desaparecer como las otras luchas fue el perder toda una riqueza de variedades de agarre, diferentes maneras de puntuar, acciones técnicas permitidas, variedades normativas, valores costumbristas, etc. Pero lo que ganó no fue poco: el seguir viva.

Fotos y Texto: Andres de la Torre & Remelende & sate86911172

Bueno: hasta aquí ha llegado la historia que he podido rescatar, así que, que quede constancia que dejo aquí esta información copiada y posteriormente pegada de una página de internet.

A la vuelta y después de compartir como cada jueves LA ESPUMA DE LOS DÍAS, publicaré las imágenes obtenidas ayer, en el ya mencionado "CORRO DE SAN FROILÁN"
Un fuerte abrazo para tod@s ¡FELIZ JUEVES!.