En época medieval los hazas eran escuadrones de caballería...

Otra leyenda se refie­re a la guapa moza del lugar que venía montada en el carro de vacas y se espantaron acuciadas por las moscas de verano sumergiéndose en las aguas. Al cabo de años apareció la mano de la labradora en Fontanamosa derramando las sartas del collar sobre el césped.

El lago Ausente.- Frente al lago Presente, monte arriba, se halla el otro lago llamado Ausente, más grande, más profundo, más azulado, de purísimas aguas filtradas entre la arena de la concavidad de la sierra de Sentiles. Allí practican los jóve­nes sus juegos deportivos de remo con lanchas de goma. Las gentes dicen que este lago brama como el mar, con fuerte oleaje y predice el tiempo revuelto.

El acceso al lago Ausente se rea­liza subiendo en coche hasta la esta­ción invernal y se asciende por carretera empinada un kilómetro, se deja el coche en el alto de la loma y caminando otro par de kiló­metros se aboca a este bellísimo remanso de agua desde el que se contempla toda la reserva del eco­sistema de Mampodre. Allí vienen a abrevar los rebecos como únicos señores de la montaña bravia.

Las aguas de estos lagos dan ori­gen al abundante manantial de Fontanamosa o Fuente Hermosa, una de las originarias del río Porma.

En época medieval los hazas eran escuadrones de caballería en el com­bate. Mitológicamente Los Hazas eran treinta y ocho divinidades que custodiaban al dios Odín, casado con la diosa Friga o Tierra, padres del dios Thor, el que enarbolaba el martillo de los truenos, el que construyó el puente de siete colores o arcoiris, cuyo culto germánico personificado en Tharanis, Tama, Torio, la Peñalaza de Rodiezmo, estaba muy extendido en la tierra leonesa.

Los Hazas eran tan listos y agudos que nada escapaba a su observación, pues se dice de ellos que veían y oían crecer la hierba en el campo y la lana en el lomo de las ovejas. Su culto estaba relacionado con los druidas, con el dios Pan, con la agricultura.