El cambio de la Tarasca sorprenderá. La restauración de esta figura que recorre de un lado a otro las calles en su llamada a los parroquianos a participar en las fiestas, devolverá a esta figura de mujer estrafalaria, hortera y mal peinada a los nuevos tiempos. No es la primera vez que el vestido de la Tarasca cambia. En las próximas fiestas lucirá más elegante, con otro cabello más acorde con una mujer poderosa. Suelto y arreglado. Llevará una blusa y una falda nueva con colores menos extravagante. Destacarán el marrón el negro y el color beige de la blusa, con fruncidos de perlas. «La devolveremos a la leyenda».