2/2 Los medios te dan, los medios te quitan: a propósito...

2/2 Los medios te dan, los medios te quitan: a propósito de Podemos, Ciudadanos y UPyD.

Y en esto surgió Podemos

A principios de 2014 se hizo público (nunca mejor dicho lo de "público") el lanzamiento de un nuevo partido: Podemos (aunque al principio decían que no eran un partido). Básicamente Podemos ha ido basculando hacia esa composición de partido atrápalotodo. Especialmente después de las elecciones europeas, considerando y constatando que tenían amarrado una buena parte del voto de la izquierda (además, ante una IU en crisis inducida, quizás, por un sector en sintonía con el partido de Pablo Iglesias), Podemos se lanzó de cabeza sobre ese gran caladero de votos oscilantes, esa gran bolsa tan influenciable y controlable por los medios. La famosa "centralidad del tablero", que dicen algunos. Fue realmente muy fácil.

Lo que resulta relevante, es que durante más de un año nos hemos tragado verdaderos monográficos sobre Podemos en un amplio sector de medios de comunicación, llegando a un descaro obsceno en algunas cadenas como es el caso de La Sexta TV, contando además con un medio que ha actuado como periódico oficioso de Podemos: publico. es. Nos han metido a Podemos por las orejas hasta el aburrimiento. Si pudiera calcularse lo que costaría toda la publicidad mediática que ha recibido Podemos, nos saldría una cifra astronómica que difícilmente ningún partido podría pagar. Podemos, básicamente, ha sido un producto de marketing, una mercancía política promocionada en los medios. La escenificación mediática ha sido "de manual", con esos debates tongo montados con Pablo Iglesias y tertulianos protofascistas (Marhuenda y compañía) que cada vez que abrían la boca le daban votos a Podemos (una dinámica que era perfectamente conocida por los guionistas y responsables de los programas).

Aunque a los entusiastas y hooligans seguidores de Podemos, no les resulta extraño que la misma persona que controlaba La Razón (el marqués de Lara) controlase también La Sexta (es solo un negocio, suelen decir), lo cierto es que la estrategia política de fondo de estos promotores mediáticos de Podemos ha sido brillante, genial, merecedora de figurar en los manuales sobre medios. Una verdadera obra de arte de control político. Desde el punto de vista de los intereses de la derecha, Podemos ha resultado ser un negocio redondo:
1. Podemos sirvió para frenar en seco el avance de IU y reducir drásticamente la intención de voto, provocando además una crisis interna de la cual -parece- se está empezando a salir ahora.
2. Ha tenido una cierta repercusión negativa en la recuperación electoral del PSOE.
3. Podemos ha contribuido al frenazo en seco del tímido avance ideológico que se estaba produciendo en la izquierda y que permitía albergar un cierto optimismo moderado.
4. Podemos ha sido un factor fundamental en la desmovilización social. Tras aparecer Podemos, las movilizaciones se acabaron. Un periodista del establishment como es Iñaki Gabilondo, lo expresaba muy bien en su programa en la SER (3-11-2014):

"Si el crecimiento espectacular de Podemos refleja la magnitud de la ira ciudadana, ¿se imaginan esa ira ciudadana sin Podemos?, ¿se la imaginan descontrolada y suelta?, ¿se la imaginan en las calles? Los que ningunean a Podemos deberían valorar su contribución al encauzamiento de esa indignación en los márgenes de la democracia (...). ¿Se imaginan la ira ciudadana sin Podemos?"

¡Más claro, agua! En la misma línea que Iñaki Gabilondo se pronunciaba un odioso pepero como es Vicente Martínez-Pujalte en la caverna de 13TV: "hay una cosa que me gusta de Podemos, y es que son la institucionalización de la calle".

Pero lo que nos interesa ahora, es subrayar que toda esa intención de voto que llegó a tener Podemos, en una parte considerable (además de "pescar" en la izquierda) estaba o sigue estando en esa gran bolsa de votos oscilante a la que hacía mención. Una bolsa que, ante el desgaste del PP, no le toca oscilar en las próximas elecciones hacia el partido de Rajoy. Por tanto, los medios del status quo no perdían nada promocionando a Podemos, porque nunca llegó a perjudicar al PP: en ningún momento Podemos ha supuesto una amenaza para la derecha y el capital, por mucho que en sus delirios y sueños sus seguidores piensen otra cosa. Y en cuanto el invento coletero mostró indicios de que pudiera llegar a salirse de madre, bastó con que empezasen a sacar algunos dardos para frenarlo en seco. Por muy hiperbólico que fuesen los casos aireados de Monedero y Errejón (cierto, se exageraron), lo cierto es que Podemos saboreó su propia medicina: el injusto y demagógico "todos son iguales", que tanto éxito tuvo en el discurso promocional de los podemitas, se volvió en contra; quien juega con fuego, se acaba quemando.

Poco a poco, los mismos medios que habían sido la autopista de Podemos, comenzaron a ponerle piedras. Y simultáneamente, tenía lugar el lanzamiento de otro producto que competía y compite por esa bolsa oscilante de votos: Ciudadanos. Entre lo uno y lo otro, van consiguiendo rebajar las expectativas de Podemos y seguirán haciéndolo hasta niveles en los que resulte inocuo (el gran perjudicado de toda esta operación es la izquierda; no olvidemos que IU llegó a tener en 2013 al PSOE a tiro de piedra en las encuestas electorales). Podemos es otro caso más de "los medios te dan y los medios te quitan".

Ciudadanos

Ciudadanos es un partido cuyo origen está en una "plataforma cívica", Ciutadans de Catalunya, creada en 2005. Durante tiempo su vida política se centró en Catalunya. Desde el primer momento gozó del apoyo entusiasta de los medios de la derecha española. Ideológicamente casi es un calco de UPyD: también se definen como centristas, socioliberales, constitucionalistas, antinacionalistas... Y como cualquier partido atrápalotodo gira en torno a la figura de un líder presentado como carismático y omnipresente en la vida política de la formación: Albert Rivera. Con el tiempo, Ciudadanos ha intentado expandirse por el resto del Estado, pero con apenas éxito. El despegue vertiginoso de esta formación tuvo lugar en las pasadas elecciones andaluzas después de que los mismos medios que habían promocionado a Podemos (excepto, lógicamente, publico. es) comenzasen con un bombardeo incesante de propaganda política. En este sentido, hemos vivido una historia parecida a la que se vivió con UPyD y luego con Podemos.

La promoción mediática de Ciudadanos responde a una estrategia de los medios del capital para promocionar una alternativa que pesque en esa bolsa de votos oscilantes en la que el PP en las próximas elecciones nada tiene que hacer. Por otro lado, se está promocionando a un partido con el que el PP se entenderá fácilmente. Por último, ha sido una pieza en el tablero de ajedrez, para empezar a restarle apoyos a Podemos.

Por lo que parece, un 99% de votantes de Podemos jamás votaría al PP, pero solo un 9% asegura que jamás votaría a Ciudadanos. Esto viene a reforzar la idea de que Ciudadanos y Podemos compiten por esa bolsa de votos ninis caracterizada por un electorado que nada en el pensamiento pre-reflexivo.