¡Muy interesante!, me ha gustado este relato

Hay un pueblo cerca de Jaén que se llama Torredelcampo en el nació esa gran figuera del cante, ya fallecida, Juanito Valderrama. Es un pueblo original, en muchos sentidos,
el primero de ellos es la forma de hablar de sus habitantes, los torrecampeños, completamente distinta a todos los pueblos de alrededor por un excesivo acento andaluz, basado en el seseo cuando por esta zona se habla más bien un castellano sin eses. O sea que Torredelcampo más que de Jaén parece ser en esto un pueblo de Sevilla. ¿Extraño no?
Sus gentes emprendedoras, laboriosas y muy negociantes suelen llegar los primeros a todos los sitios hay quien dice de ellos que cuando colón descubrió America ya había allí un torrecampeño vendiendo "garbansos tostaos"
Fueron los garbanzos tostados tal vez uno de sus primeros y más lucrativos negocios.
Este aperitivo consistía en impregnar con yeso los gerbanzos, añadiendo un pelín de sal y pasarlos por el horno a una temperatura determinada. En loa años 1950 no había pueblo en que un torrecampeño, con una cesta de minbre plana y de poco fondo ofreciera a los niños y mayores este rico alimento. Lo mejor era la forma de hacer la venta consistía, normalmente, dado la precariedad económica de la época consistía en un trueque, el vendedor te daba una taza de tostados y el comprador le entregaba dos tazas de garbanzos. Así con un 200% este ambulante se llevaba a casa la materia prima y el beneficio. Más adelante incorporan al negocio, las almendres, los camarones, el turrón, las peladillas, los caballitos, los coches locos, y hacen de las ferias su principal negocio y riqueza. No me dirán que no son espabilados los paisanos de Juanito Valderrama.

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