Factura de la luz: el Gobierno no tiene excusa

El acuerdo de Gobierno firmado entre el PSOE y Unidas Podemos fue claro: bajar la factura de la luz mediante la realización de “los cambios normativos necesarios en relación con el funcionamiento del mercado eléctrico para acabar con la sobrerretribución (conocida como “beneficios caídos del cielo”) que reciben en el mercado mayorista determinadas tecnologías que fueron instaladas en un marco regulatorio diferente, anterior a la liberalización y que han recuperado sobradamente sus costes de inversión”. Es evidente que el acuerdo se está incumpliendo, frente al escándalo generalizado que representan las continuas subidas de la factura de la luz para los consumidores.

En su día, la parte minoritaria del Gobierno no logró arrancar ni el compromiso de nacionalizar alguna empresa energética, ni el de crear una pública, pero sí el de tomar las medidas necesarias para evitar lo que está ocurriendo en estos momentos. Que entre las compañías que más beneficios obtienen de los fondos europeos para la recuperación económica estén las energéticas aumenta más si cabe el escándalo y la vergüenza. Del mismo modo que es un bochorno seguir viendo a expolíticos en los consejos de administración de algunas de estas empresas, que siguen siendo una promesa de jubilación dorada para los ministros con competencias para regularlas. Afrontar este asunto se hace aún más urgente en un marco de crisis energética, de superación del pico del petróleo y de otros minerales, como el que señala la (poco sospechosa de ecologismo radical) Agencia Internacional de la Energía.