Podríamos dedicarnos jugar al ratón y al gato, pero...

Podríamos dedicarnos jugar al ratón y al gato, pero yo tengo cosas más urgentes que hacer. Me retaste a que te dijera “qué historiador ha hablado de ese Jesús que dices, y qué es lo que ha dicho de él, si es que algún historiador ha dicho algo”. Ahora me dices que no habló ningún historiador de su época. ¿Me pedirás luego que te presente a los historiadores del siglo I que tienen doctorado por la Sorbona? ¿Piensas que al puñado de historiadores que pudo haber en el siglo I en todo el mundo, -todos ellos historiadores y al mismo tiempo apologistas, narradores, servidores de la leyenda, la parábola, la moraleja, etc., no por falta de seriedad, sino por la concepción de la historia de aquel tiempo- y cuando conoces algún libro de la época que habla de Jesús, lo desprecias como mito y leyenda porque no se acomoda a lo que tú podrías esperar. Los historiadores serios de nuestros días saben distinguir entre libros míticos y libros históricos (no necesariamente libros de historia, pues la historia, tal como la entendemos hoy, es una ciencia muy reciente. Una cosa es una Historia y otra es un libro que aporta datos de historia, como es el caso de los evangelios). Los historiadores saben muy bien distinguir y analizar, y no se les ocurre echarlo todo por el desagüe. Si sigues empecinado en enjuiciar los estudios históricos sobre Jesús, sin haberte molestado en abrir uno, pensando que ya te lo sabes todo lo que te van a decir, entras en la categoría de quien se empeña en mantenerse ciego. Para tu descanso, me despido de mantener este “diálogo imposible” contigo porque tus aportaciones van más en la línea de la cerrazón. Seguiré asomándome a este foro donde hay personas que tienen más capacidad de mantener diálogo. Te deseo lo mejor.