No elucubro, amigo Ferisa, sino que afirmo lo que está muy claramente escrito y que tú no quieres reconocer, porque derriba tus tesis. Los ateos, sois unos hipócritas, impíos, soberbios y presuntuosos. Me gustaría conocer tu biografía y ello quedaría patente. Habría que ver tus obras en tu entorno, en conformidad, seguro, con las maldades que viertes en este Foro.
No es cierto lo que dices. Demuestras no tener ni idea, porque aparte de tus gráficos no tienes documentación alguna, taimado ignorante. La mencionada, no murió víctima del dogmatismo y del adoctrinamiento, sino por la venganza de aquellos a los que traicionó, de aquellos a los que robó. Pero, tú siempre buscas acusar a los mismos, obseso clerical.
No me extraña que no tengas barba, pues ella constituye un signo de aristocracia espiritual, que en tí no se concibe. Así que ríete, ríete, que motivos tienes para hacerlo de tí mismo. Yo no pertenezco a ninguna secta, membrillo, censurador de clérigos, rencoroso mental con matiz esquizofrénico. Deberías visitar a un psiquiatra, pues andas bastante poseso preso de tus resquemores. No haces nada más que ver la paja en el ojo ajeno y no percibes la viga en el tuyo.
No te confundas otra enésima vez. No estoy dolido contigo, sino apenado, porque no puedo hacer nada para que brille la luz que cada vez está más apagada en tu corazón. Es una verdadera tragedia, que siendo hijo de Dios, tengas en tu Alma tan poca luz suya. Pero, en fin, comprendo a qué nivel evolutivo te encuentras y confío que con el paso del tiempo, en sucesivas existencias, irás aprendiendo lo que ahora no puedes.
No es cierto lo que dices. Demuestras no tener ni idea, porque aparte de tus gráficos no tienes documentación alguna, taimado ignorante. La mencionada, no murió víctima del dogmatismo y del adoctrinamiento, sino por la venganza de aquellos a los que traicionó, de aquellos a los que robó. Pero, tú siempre buscas acusar a los mismos, obseso clerical.
No me extraña que no tengas barba, pues ella constituye un signo de aristocracia espiritual, que en tí no se concibe. Así que ríete, ríete, que motivos tienes para hacerlo de tí mismo. Yo no pertenezco a ninguna secta, membrillo, censurador de clérigos, rencoroso mental con matiz esquizofrénico. Deberías visitar a un psiquiatra, pues andas bastante poseso preso de tus resquemores. No haces nada más que ver la paja en el ojo ajeno y no percibes la viga en el tuyo.
No te confundas otra enésima vez. No estoy dolido contigo, sino apenado, porque no puedo hacer nada para que brille la luz que cada vez está más apagada en tu corazón. Es una verdadera tragedia, que siendo hijo de Dios, tengas en tu Alma tan poca luz suya. Pero, en fin, comprendo a qué nivel evolutivo te encuentras y confío que con el paso del tiempo, en sucesivas existencias, irás aprendiendo lo que ahora no puedes.