Hola Don Julín: buenas tardes. Aquí vengo con este presente, pues lo prometido es deuda, ¿Cuanto cuesta un entierro?

Hola Don Julín: buenas tardes. Aquí vengo con este presente, pues lo prometido es deuda, para pasar un poco mejor el velatorio. Son roscas y turruletes de mi tierra.
No sé si habrá suficiente para todos nuestros amigos, nuestra amiga Soñadora, Mundo, etc. etc.
Y acordándonos de guardar una para su tío, Don Julian.
Con un saludo afectuoso.

RECUERDOS DE LAS MORERAS.

Recuerdo cuando era niña, me daba mucho miedo pasar por delante de la puerta del cementerio, prefería dar una gran vuelta, para ir al huerto, con tal de no pasar por allí,
Pero cuando llegaba el tiempo de los morones (moras de morera) como por arte de magia, se nos quitaba el miedo, porque había tres moreras en la puerta del cementerio, “en lugar de cipreses, son moreras”, ¡eso sí! Íbamos en grupo. Nos subimos a la morera, y comenzamos a coger morones y comerlos (pues son buenísimos) mientras comíamos los morones, íbamos explicando cuentos, y ¡además, de miedo!, como estebamos entre las ramas y las hojas son anchas procurábamos no mirar hacia el cementerio, y así se nos pasó la tarde, comiendo morones y explicando cuentos,
Hasta que alguna de mis amigas dijo! Oye, que ya está oscureciendo! se nos habían pasado las horas sin darnos cuenta, entonces quisimos bajar deprisa de la morera, con tan mala pata, que al querer bajar, se me enganchó el vestido en una rama, y quedé colgando un rato, hasta que se rompió el vestido y caí al suelo.
Pero mis amigas no se pararon para ayudarme no, habían salido corriendo, pues creían que algún muerto mi retenía, sin dejarme bajar.
Ahora cuando lo recordamos nos reímos, pero les aseguro que no volví a subirme a la moral, ni a coger morones.
Y no crean que es un cuento, pues les aseguro que es verdad. (Teníamos 11 o 12 años)
Pa. Sa. Ma.