HISTORIA DE LAS CAMPANAS , ¿Cuanto cuesta un entierro?

HISTORIA DE LAS CAMPANAS
Escrito por Luz Divia

Las tradicionales campanas navideñas antiguamente cumplían la misma función que las velas, ahuyentar a los malos espíritus.

Al sonar las campanas navideñas de las catedrales y las iglesias, indican para los cristianos el momento del culto y la oración, siendo un llamado a la meditación y la reflexión.

Son también un símbolo de la alegría de la navidad por lo que siempre deben estar presentes en los árboles y en todos los hogares.

El uso de las campanas para anunciar cualquier acontecimiento más o menos notable es muy antiguo, pero en la Iglesia comenzaron a usarse en un tiempo relativamente tardío.
El aviso para los Oficios Divinos, en los primeros siglos, se hacía de viva voz; parece que existieron unos diáconos, cuyo nombre era "cursores", que avisaban de casa en casa.

El uso de las campanas aparece en la Iglesia Occidental, en el siglo VII y en la Oriental, parece que no se usaron antes del siglo IX, apareciendo las primeras campanas en Santa Sofía de Constantinopla. láminas de madera, golpeándolas unas contra otras; una barra de metal, bocinas o trompetas (prescritas por la Regla de San Pacomio para congregar a los monjes).

Cuando se pusieron en uso las campanas, en un principio, no había más que una en cada iglesia, multiplicándose posteriormente.

Al crecer el número de campanas, como asimismo el volumen de las mismas, se vio la necesidad de construir torres para colocarlas debidamente y para que la sonoridad de las mismas pudiera esparcirse más.

OFICIO DE LAS CAMPANAS
Las voces de las campanas, fomentan las relaciones espirituales y nos ayudan sobrenaturalmente recordándonos aquella festividad que se conmemora o aquella función religiosa que va a celebrarse; excitan en nosotros sentimiento de tristeza, si doblan a muertos, o nos dan alegría, si sus repiques recuerdan alguna efemérides célebre o algún acontecimiento que no debe pasar desapercibido, o incluso, nos dan a veces la señal de alarma, por algún peligro que se cierne sobre nosotros.