Ferisa, no te beneficia en nada el ser blasfemo. Ser engreido y presuntuoso son dos defectos que deben alejarse en lo posible. Si te es imposible amar a Dios, cosa que deberías hacer, por lo menos muestra un respeto. Él no es patrimonio de la Curia y la beatería, no lo olvides nunca. Si todos comprendieran esto, no habría luchas de clases: todos seríamos hermanos en el Espíritu.