Con vuestro permiso me gustaría decir algo....

Con vuestro permiso me gustaría decir algo.
El Ateo, como tal no existe. Toda persona cree en algo y tiene fé en algo, sea de caracter religioso o no. Si cree en los árboles, si cree que existe la risa, indirectamente está creyendo en algo mucho más grande. Todos los caminos conducen a Roma y en éste caso a DIOS, como entidad creadora de todo e incomprensible para la mente y el corazón h8umanos.
Nos guste o no nos guste, lo creamos o no, la reencarnación es inevitable, es una ley universal imposible de esquivar.
A DIOS no le podemos responsabilizar de las cosas que ocurren en nuestro mundo. Él nos dió el libre albedrio para que vivieramos e hicieramos lo que quisiesemos. Nosotros somos los responsables de todo lo que ocurre, unos porque lo horganizan y otros porque callan.
La evolución del ser humano requiere de infinidad de vidas en el mundo físico, solo para llegar a un punto y momento en que sea capaz de conocerse así mismo. Cuando consigue eso, se puede decir que ha encontrado a la Divinidad. La ha encontrado en sí mismo.
Lo que hace una partícula repercute sobre las demás estén donde estén.
Todo es la causa de todo.
Respetar al prójimo es respetarse así mismo.
Amar al prójimo es amarse a uno mismo.
Hemos de reconocer que no es nada facil evadirse de la problematica de la vida. El camino a seguir para aliviar el posible sufrimiento es aceptar todo aquello que nos venga. Aceptarlo como una nueva experiencia. Las experiencias son las que nos hacen avolucionar cuando las entendemos y aceptamos.
Que se podría hacer si sabes que queda un dia de vida?.
Ninguno lo sabemos. Quien diga que haria una cosa u otra, es muy posible que se equivoque. Son momentos en que la mente no cuenta, solo cuentan la conciencia y lo que el corazón sienta. Y eso si se consigue perder el miedo a la muerte.
Os aseguro, y no quiero pareceros presuntuoso, lo que nos espera allá, no es comparable con lo de aquí. Allá es el espiritu quien ve, oye, siente etc. etc. y su amplificación de conciencia es tan enorme que no se le escapa ni el más mínimo detalle de su vida en la tierra. Sabrá lo positivo y lo negativo de su conducta y por la ley del karma deberá repetir para corregir.
Nadie le va a juzgar por lo que haya hecho, bueno o malo. Lo hará la persona de sí misma.
Os pido disculpas por alargarme un poco. Ser consciente de cada momento que vivimos y de lo que hacemos es sentirse vivo.
Un saludo