No ganó ninguno. Perdimos todos los españoles.
Cuando en un intercambio de ideas, debate entre cuatro, dos están de acuerdo en no es prestar las suyas con claridad, al tiempo que no dejan expresar las suya a un tercero, embarrando todas las ideas en torno a un monotema con mentiras ya demostradas.
En ese espectáculo no gana nadie, salvo los convencidos.
Cuando en un intercambio de ideas, debate entre cuatro, dos están de acuerdo en no es prestar las suyas con claridad, al tiempo que no dejan expresar las suya a un tercero, embarrando todas las ideas en torno a un monotema con mentiras ya demostradas.
En ese espectáculo no gana nadie, salvo los convencidos.