El problema es que el otro está como okupa.

No me extraña nada que Feijoo no quiera reuniones en la Moncloa, el pensar que podía estar allí como inquilino y no como invitado, naturalmente tiene que poderle mal cuerpo. Es comprenssible.

El problema es que el otro está como okupa.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Ya, es de entender la posición de Feijoo.