Nos dijo Mundo un día, que ella tiene la suerte de...

Nos dijo Mundo un día, que ella tiene la suerte de no ser rencorosa. A mí me ocurre lo mismmo, y considero que, efectivamente, es una suerte, porque con el temperamento se nace. Bien es verdad que, la persona que es rencorosa, puede atenuar su rencor, si comprende lo que tiene encima -repito que considero que es temperamental- y pone toda su voluntad en no serlo. Pero, sin duda, lo que logre, será despues de dura lucha consigo mismo.