Una napolitana y una trufa de chocolate, pro favor!...

¡Y QUÉ BOCADILLOS! ¡Qué pepitos fritos! los de La Mayorquina! ¡Y qué postres de piñón! ¡Y qué...! Todo, todo estaba "de muerte".
Cuando trabajaba en el nº 50 de la calle Mayor, pasaba varias veces ante la pastelería y había una cosa que se agradecía más en invierno que en verano y otra, la más deliciosa, que se agradecía todo el año. La una era el calor que te daba en las piernas en lo que te quedabas embelesado ante el escaparate y la otra el aroma que subía del sótano junto con el calorcito, saliendo por las ventanas a ras del suelo y por debajo de los escaparates.

En la foto la pastelería, haciendo esquina a Mayor y Sol y con entrada por ambos sitios.

Saludos

Una napolitana y una trufa de chocolate, pro favor!
El olor no creo se nos olvide a nadie... alimentaba y no digo los escaparates, sobretodo los de la calle Mayor
Y la velocidad a la que te despachan, que?
Ciao