¿Suena raro?...

¿Suena raro?
Esta semana a Idoia Mendía Cueva (Bilbao, 1965) le sonó «raro, después de tanto tiempo» que la Guardia Civil detuviese a tres etarras en relación con un zulo de la banda. «Pero los tribunales tienen su propia vida», matizó oportunamente cuando un medio proetarra le apretaba por el hecho de que esos apresamientos se produjeran «con este Gobierno». Efectivamente, los tribunales tienen su vida y los etarras también, porque Ekhine Eizagirre, Kepa Arkauz e Imanol Jaio fueron arrestados por «tenencia de explosivos con fines terroristas» no por preparar una traca de petardos en las fiestas de su pueblo. Pero Mendía parece haber asumido perfectamente el mensaje del nacionalismo vasco y ese equilibrismo que siempre le hace como dar un respingo cuando alguien altera el statu quo del «nuevo tiempo» que supone olvidar lo ocurrido antes de ayer. A los socialistas de hornadas de antaño lo que les suena «raro» es la entrega sin apenas matices del PSOE de Pedro Sánchez al nacionalismo, cuando no al bildutarrismo (como en Navarra), si es preciso para poder seguir en La Moncloa. Uña y carne del PNV, el «nuevo tiempo» del socialismo vasco -que no hace tanto pudo gobernar allí gracias al apoyo del PP- le mantiene estancado en las elecciones, resignado a ser la muleta el Urkullu durante las dos últimas legislaturas. Cuando Mendía llegó al Parlamento vasco, allá por 2001, los socialistas obtuvieron 253.000 votos. Diecinueve años después, con ella al frente del cartel del puño y la rosa, el PSE se tuvo que conformar el pasado julio con 122.000 apoyos. Después de aquel brindis de hace dos Navidades con Arnaldo, ese «hombre de paz», no suena raro semejante despeñadero de votos.

Álvaro Martínez.

Redactor jefe.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Esta claro que si siguen deteniendo etarras es porque ETA existe.