Yo nunca perdonaré a ETA. Nunca. Cuánta sangre derramada sin venir a cuenta para nada. Fueron años terroríficos. Y pensar que ahora tienen un trabajo en las instituciones del Estado es como para mear y no echar gota. Con mi dinero, el suyo y otros más, estamos pagando un cargo manchado de sangre inocente. Recuerdo las muertes de niños sin culpa... lo mismo que los demás. El tiempo no borrará "estas hazañas bélicas".