Mientras los niños estaban haciendo el cuento de " Las bodas del Gusano Tano", del que ya, Burgos

Mientras los niños estaban haciendo el cuento de " Las bodas del Gusano Tano", del que ya apenas si me acuerdo porque simplemente fue un trabajo para ellos y no lo conservaron los profesores, yo escribí otra historia, inspirada en el cuento pero distinta totalmente: "El Gusano Tano", escrita en dos versiones. Una para mayores, en forma de poema; y otra para niños en forma de cuento-poema con muchos personajes.
La idea es la importancia de tener un compromiso, ser fiel a lo que te dicta la conciencia, no decaer y continuar con lo que crees hasta el final. Haya quien te siga o tengas que hacer el camino en soledad.
Mi gusanito tenía una luz especial, luz interior que iba guiando sus pasos, creía todo el tiempo que iba solo pero al llegar a Santiago descubrió el por qué de su caminar solitario. No estaba solo y en la meta lo comprobó y supo la razón.
Este cuento se lo dediqué a la infanta Leonor nada mas por su nombre, pues a mi madre siempre la llamé Leonor, en vez de Leona, que menuda trifulca tuve con mi abuela por haberle puesto el nombre de una fiera a mi dulce madre. Y ella me dijo, que era el nombre de un Santo, San León pero en mujer quedaba así de mal visto. Era tremenda mi abuela, de pasar de León a Leona, y verlo tan normal y corriente.

Lo importante de mi cuento es que ya ha sido representado por niños en una semanas de animación a la lectura que hicimos juntos. En la que dibujaron, cultivaron plantas, aprendieron a moldear rosquillas en forma de gusano, aprendieron la obra y la representaron estupendamente. Un trabajo conjunto de niñas encargadas de la biblioteca de verano, los lectores infantiles que hicieron de actores y su directora de obra y autora. Fue una experiencia muy gratificante. Porque yo si creí en mi obra aunque cierto día no me dieran permiso para leerla a los niños, inmersos en un acto institucional, como me dijeron. Muy estricto y no apto para la improvisación.
Mi trabajo fue también muy meditado y puesto en marcha sin el permiso de las autoridades, que al fin de cuentas es el autor quien manda en sus obras y guiones.
Gustó mucho, fue aplaudida, nos lo pasamos en grande y comimos todas los tanitos que quisimos porque los habíamos hecho nosotros mismos.

Hay que creer en lo que uno hace aunque los demás no lo entiendan. Y hay que explicarlo para llegar a la gente. Tenemos potencial pero necesitamos creer en nosotros mismos.