Ahora voy a hacer un lapsus para dedicar una rosa a un santo muy querido en la mayoría de los pueblos, San Isidro Labrador, protector de los campos y los sembrados.
Por ejemplo, aquí en Tardajos es fiesta local. Es un santo entrañable para mi pues justo empecé a escribir en el periódico en un día así homenajeando a un profesor que hizo mucho por Tardajos y fue elegido Hijo Predilecto de la Villa: Félix Izquierdo. Una gran persona y sembrador de intelecto en sus alumnos.
A parte de la crónica del día, le dediqué varios versos desde que le conociera.