Hay que reconocer que tenemos un río de lujo, y si no fuera porque hablo demasiado daría el pego. Uno o una se imaginaría los cangrejos, y en vez de imaginar al señal o al rojo americano, al autóctono de toda la vida. El que no se alimentaba de truchas arcoiris ni trucha común. Porque creo pero todavía no estoy del todo segura, que van a dejar libre el coto del Urbel por ese motivo. Y es que los cangrejos devastan la pesca fluvial. Lo advertí hace tiempo que eso pasaría y ya ves, justo en la diana que di un día que se me ocurrió ver el comportamiento del cangrejo en general.
Pero el autóctono, era otra especie mas permisiva para el entorno. Solo que las administraciones siempre haciendo de las suyas y luego machacando a sufrido contribuyente con multas millonarias por sustraer algo del río. Y no cambiará nunca. ¡Qué losa tenemos encima con tanto organizador!