OPINIÓN RECOGIDA EN LA PLATAFORMA ANTI-FRACKING, Burgos

OPINIÓN RECOGIDA EN LA PLATAFORMA ANTI-FRACKING DE BURGOS

Finalmente, considerando la exposición anterior, todo apunta a que la explotación del gas de esquisto mediante fractura hidráulica constituye una práctica industrial de elevado coste, nula rentabilidad económica y muy alto riesgo; que más que suponer la solución a nuestros problemas, puede bien venir a incrementarlos aún más.

En este sentido, cabe preguntarse por qué cuando la inviabilidad económica del gas de esquisto es ya patente en Estados Unidos y en un número creciente de territorios, cuando nuestros vecinos franceses han decidido ya la prohibición de esta técnica en todo su territorio tras una amplia deliberación social en la que ha prevalecido un criterio de prudencia ante sus elevados riesgos, aquí el Senado primero y el Congreso después dan luz verde con nocturnidad y alevosía, y desatendiendo toda evidencia y cualquier oposición, a su práctica en nuestro territorio.

¿Qué tácitos intereses guían a nuestro gobierno para también en este sensible y evidente asunto actuar de la forma a la que ya nos vienen acostumbrando?

¿Contribuirá la explotación del gas de esquisto mediante fracking también a la fractura social española ya iniciada?

Me temo que, decidiendo así sobre un asunto tan evidente y al que acompañan tan enormes riesgos, las cosas deben de estar mucho peor de lo que nos pretenden hacer creer en cuanto a la crisis, su relación con la energía y las verdaderas posibilidades de crecimiento que ni están ni se las espera…