Buenos días Estrella:
Ya estoy de vuelta al foro, tras unos días - en que he cambiado de lluvia- Lluvia va y lluvia viene; pero al campo de va de miedo. Ayer y anteayer ya nos hizo sol en Galicia, concretamente en las Rías Altas ferrolanas. Una maravilla. El día que puse allí los pies, pensé que merecía la pena, aunque llueva a jarros, aunque tengas que llevar paraguas- que en la práctica, el tiempo acaba siempre engañándote a poco que el sol te guiñe uno de sus fantásticos ojos.
Me encanta Galicia, y por todo.
Os voy a hacer un pequeño reportaje en "off", lo que nunca se ve, lo que las cámaras no graban. Aunque tarde, todavía estamos a lunes de gloria y recordando, la mejor manera, algunas veces de disfrutar.
O el lado humano de las procesiones.
Realmente solo vi estos dos pasos, pues nos fiamos del sol y tuvimos que salir corriendo. No se nos ocurrió pensar que lloviese o no, los gallegos, fieles a sus tradiciones. Y no será por haber tenido experiencias en ese sentido. Pero sin paraguas... es inútil ir a una procesión en Galicia. Nunca se sabe cuando se va a poner a llover y este año ha batido el record.
Saludos cordiales
FOTO: la planta de la buena suerte gallega. Solo se da allí, por más que he querido adoptarla en Tardajos, nada de nada. Otra vez será, que seriamente me ponga a dialogar con esa planta y le diga que debe ser más complaciente en estos lares y adaptarse como hacen casi todas las plantas. Y a ver qué me responde.
Ya estoy de vuelta al foro, tras unos días - en que he cambiado de lluvia- Lluvia va y lluvia viene; pero al campo de va de miedo. Ayer y anteayer ya nos hizo sol en Galicia, concretamente en las Rías Altas ferrolanas. Una maravilla. El día que puse allí los pies, pensé que merecía la pena, aunque llueva a jarros, aunque tengas que llevar paraguas- que en la práctica, el tiempo acaba siempre engañándote a poco que el sol te guiñe uno de sus fantásticos ojos.
Me encanta Galicia, y por todo.
Os voy a hacer un pequeño reportaje en "off", lo que nunca se ve, lo que las cámaras no graban. Aunque tarde, todavía estamos a lunes de gloria y recordando, la mejor manera, algunas veces de disfrutar.
O el lado humano de las procesiones.
Realmente solo vi estos dos pasos, pues nos fiamos del sol y tuvimos que salir corriendo. No se nos ocurrió pensar que lloviese o no, los gallegos, fieles a sus tradiciones. Y no será por haber tenido experiencias en ese sentido. Pero sin paraguas... es inútil ir a una procesión en Galicia. Nunca se sabe cuando se va a poner a llover y este año ha batido el record.
Saludos cordiales
FOTO: la planta de la buena suerte gallega. Solo se da allí, por más que he querido adoptarla en Tardajos, nada de nada. Otra vez será, que seriamente me ponga a dialogar con esa planta y le diga que debe ser más complaciente en estos lares y adaptarse como hacen casi todas las plantas. Y a ver qué me responde.
Hola Carmen, bienvenida de nuevo a estas ventanas de nuestro tiempo.
Ya estás de nuevo en casa, con el buen sabor de lo visto y vivido en el espacio de la realidad. Me alegro mucho por ti. Has tenido una valentía que yo no la he tenido. Este tiempo tan lluvioso, me hizo pensar, que era mejor quedarme en casa, que ya tendría ocasión de salir cuando estuviera mejor.
El gato huyó de lo desconocido, que eran tu cámara y tú.
La vida, lleva intrínseca a la supervivencia, como quiera que sea y en el lugar que se de. La vida, luchará con todas sus fuerzas por sobre vivir. Solamente desistirá, cuando la lucha sea mayor que lo anhelado.
Un día te contaré la historia de una gatita, de cómo se agarró a la vida.
Saludos cordiales,
Estrella
Ya estás de nuevo en casa, con el buen sabor de lo visto y vivido en el espacio de la realidad. Me alegro mucho por ti. Has tenido una valentía que yo no la he tenido. Este tiempo tan lluvioso, me hizo pensar, que era mejor quedarme en casa, que ya tendría ocasión de salir cuando estuviera mejor.
El gato huyó de lo desconocido, que eran tu cámara y tú.
La vida, lleva intrínseca a la supervivencia, como quiera que sea y en el lugar que se de. La vida, luchará con todas sus fuerzas por sobre vivir. Solamente desistirá, cuando la lucha sea mayor que lo anhelado.
Un día te contaré la historia de una gatita, de cómo se agarró a la vida.
Saludos cordiales,
Estrella
Hola Estrella:
es que Galicia es un amor y no importa que llueva, que lo que se puede pensar es que no va a hacerlo siempre. Algún momento parará. Porque luego, están las consecuencias de la lluvia, y son maravillosas.
Y en cuanto a los gatos... si a este pobrecillo no le asustan, yo no le hubiera asustado. He notado que los gatos no huyen de las cámaras. Les gusta y les parece curioso que les hagan fotos. Te miran y no se van, si no es que salen corriendo tras ellos, y eso claro, a cualquiera nos hubiera hecho huir y más si nos ponemos en la piel de un gato, que tiene su agujero tan cerca.
Me gustan mucho las historias de gatos o de otros animales. Así que cuando quieras, seré toda ojos.
Saludos cordiales
es que Galicia es un amor y no importa que llueva, que lo que se puede pensar es que no va a hacerlo siempre. Algún momento parará. Porque luego, están las consecuencias de la lluvia, y son maravillosas.
Y en cuanto a los gatos... si a este pobrecillo no le asustan, yo no le hubiera asustado. He notado que los gatos no huyen de las cámaras. Les gusta y les parece curioso que les hagan fotos. Te miran y no se van, si no es que salen corriendo tras ellos, y eso claro, a cualquiera nos hubiera hecho huir y más si nos ponemos en la piel de un gato, que tiene su agujero tan cerca.
Me gustan mucho las historias de gatos o de otros animales. Así que cuando quieras, seré toda ojos.
Saludos cordiales
AGARRADA A LA VIDA
Hace un año aproximadamente, se oyó un maullido leve, como el quejido de un bebé recién nacido. Era una mañana de abundante Sol y temperatura fría. Era de esas mañanas que la luz lo invade todo, pero el vaho de la boca, pronto se diluye en su levedad.
El gemido se oyó de nuevo. La curiosidad se hizo grande, y fue creciendo en el empeño de saber de donde salía ese maullido tan leve y a la vez tan profundo.
Los oídos y los ojos acomodados a una buena dirección, se posaron en un motón de tierra, ramas, cardos y otras malezas propias del terreno, y allí estaba, una gatita de tamaño minúsculo, de color canela con rayas más oscuras, parece un poco tigresa.
Por lo pequeña, parecía que tuviera sólo unos días. Una mano más grade que ella, la acoge entre sus dedos. Con la otra mano la acaricia, para calmarle sus maullidos y su temblor enardecido. Poco a poco, se fue calmando. Rota ya del esfuerzo, por querer vivir, y sentir aquellos dedos desconocidos, que sin poder verlos, se rindió a su calor con complacencia. No veía por ser muy pequeña, y porque tenía una conjuntivitis que la había dejado totalmente ciega. Los ojos los tenía pegados por completo, llenos de legañas y estaba toda sucia, hambrienta y totalmente estreñida. Después de las caricias, la alimenté, y lavé el pelo por todo su cuerpecito, también los ojos con agua de manzanilla durante varios días. Reaccionó igual que una planta cuando está seca y se le hecha agua. Se puso fuerte y vigorosa como una cachorrilla de felino, que así era.
Ahora esta preciosa, y va a ser mamá dentro de muy poco. Estoy segura que va a ser dulce y cariñosa para sus crías.
Saludos cordiales,
Estrella
Hace un año aproximadamente, se oyó un maullido leve, como el quejido de un bebé recién nacido. Era una mañana de abundante Sol y temperatura fría. Era de esas mañanas que la luz lo invade todo, pero el vaho de la boca, pronto se diluye en su levedad.
El gemido se oyó de nuevo. La curiosidad se hizo grande, y fue creciendo en el empeño de saber de donde salía ese maullido tan leve y a la vez tan profundo.
Los oídos y los ojos acomodados a una buena dirección, se posaron en un motón de tierra, ramas, cardos y otras malezas propias del terreno, y allí estaba, una gatita de tamaño minúsculo, de color canela con rayas más oscuras, parece un poco tigresa.
Por lo pequeña, parecía que tuviera sólo unos días. Una mano más grade que ella, la acoge entre sus dedos. Con la otra mano la acaricia, para calmarle sus maullidos y su temblor enardecido. Poco a poco, se fue calmando. Rota ya del esfuerzo, por querer vivir, y sentir aquellos dedos desconocidos, que sin poder verlos, se rindió a su calor con complacencia. No veía por ser muy pequeña, y porque tenía una conjuntivitis que la había dejado totalmente ciega. Los ojos los tenía pegados por completo, llenos de legañas y estaba toda sucia, hambrienta y totalmente estreñida. Después de las caricias, la alimenté, y lavé el pelo por todo su cuerpecito, también los ojos con agua de manzanilla durante varios días. Reaccionó igual que una planta cuando está seca y se le hecha agua. Se puso fuerte y vigorosa como una cachorrilla de felino, que así era.
Ahora esta preciosa, y va a ser mamá dentro de muy poco. Estoy segura que va a ser dulce y cariñosa para sus crías.
Saludos cordiales,
Estrella