De cuatro partidos políticos dos condenan la violencia....

Si en su día dije que era importante el diálogo, ahora no me puedo callar ante tantas atrocidades. Es que hace mucho tiempo que despejé la palabra miedo de mi camino. Lo que sucede en la vida no sucede en vano. Se adquieren experiencias de los fallos, de los errores y se crece con los problemas si queremos solucionarnos como debe ser y no como si no fuéramos personas.

A los que no culpo es a los que han tirado la piedra, porque si ha habido quien ha escondido la mano y ha propiciado esas nefastas iniciativas como si la crisis fuera motivo de actuar de esa forma tan incivilizada. Todas las reivindicaciones que ahora surgen, y tan necesarias, ¿por qué no surgieron antes? Solo se me ocurre una palabra: oportunismo. Veamos cómo reaccionaron ante este hecho los partidos políticos que el día fue fueron unánimes al calificar a Tardajos, éstos días han expresado ideas dispares.

Yo siempre dije que la pugna era muy desigual, el imperio de una ciudad en contra de un pueblo, que estaba indefenso, y todos ya sabemos por qué. Al resto, le dio lo mismo.

ENTRESACADO DEL DIARIO DE BURGOS-

¿CÓMO SE GESTIONA EL HECHO DE LA VIOLENCIA EN EL BURGOS DEL 2014? Podéis leer el artículo completo, que era demasiado largo y lo que trata de este tema que quiero resaltar es ésto.

Gamonal / Fin al proyecto
Lacalle se queda solo y sin interlocutores y termina decretando el fin del bulevar
Á. M / Burgos - sábado, 18 de enero de 2014

"El PP quería condenar la violencia. Eliminó tres puntos de su posición inicial para reducir a eso su petición. El PSOE quería la paralización definitiva de la obra y la restitución de la calle Vitoria al momento previo a la entrada de las máquinas, además de negociar con los vecinos el destino del dinero que ya no irá al defenestrado proyecto. UPyD lo mismo que el PSOE pero ampliando el debate a las dimensiones del conflicto. Y, por último, IU se sumaba a esa postura pero además exigía consultar a los vecinos el destino de todas las inversiones de más de cien mil euros.
Por si la reunión no fuera tensa per se, el régimen de acceso al edificio del Ayuntamiento la calentó todavía más. Había cupo y muchos ciudadanos se quedaron en la calle, y eso no gustó y menos cuando se detectó que un grupo de militantes de Nuevas Generaciones había accedido al Pleno sin seguir el protocolo indicado. O al menos así lo aseguraron (sin encontrar réplica) desde las filas socialistas.
Pero esto iba de debate. Ibáñez pidió cohesión política para condenar la violencia porque «se advierte desprecio generalizado por los cauces de nuestro ordenamiento jurídico». El primer «no», por turno, fue el de IU. Su concejal, Raúl Salinero, acusó a Lacalle de no haberse prestado al diálogo «durante dos años» y de «entender la democracia como un voto delegado cada cuatro años», justificando que no apoya la condena «porque ustedes no son críticos con los problemas que generaron la protesta». El edil lanzó, además, en su intervención con una frase lapidaria:«Ahora son ustedes la minoría».
UPyD, por contra, sí se sumó a la condena del uso de la violencia porque «nunca puede vencer a un estado de Derecho», pero afeó al PP la «actitud prepotente de las mayorías». Le tocaba el turno a Luis Escribano (PSOE), principal Partido de la oposición. Su Grupo tampoco se sumó a la condena y lo argumentó en que «vienen aquí como si los hechos violentos fueran todo lo que ha ocurrido».
El también jefe de los socialistas de la capital consideró que dicha repulsa a la violencia era «repetir una obviedad», y además sostuvo que «con los indicadores de paro y pobreza que tenemos podremos condenarla mil veces, pero no la evitaremos». Ibáñez (PP), lamentó la postura de IU y PSOE como «algo difícil de explicar por parte de quien se considera parte de la democracia», recordando que se han registrado «hechos graves y debemos condenarlos»."

De cuatro partidos políticos dos condenan la violencia. PP y UPyD. Con matices, pues UPyD, además de condenar la violencia, le sugiere al señor Lacalle que dimita por incompetente. Lo cortés no quita lo valiente.

Los otros, se pasan por el arco de triunfo la violencia callejera, justificándola. Lo cortés, según ellos quita lo valiente, porque además puede quitar votos.

Pero a la salida del pleno, los violentos arremeten contra un policía y le arrean un buen botellazo. ¡Qué caricatura de la democracia! Libertinaje no es libertad. Y pedradas y a huevo limpio los que dicen que pasaban apuros económicos.

En el pasado todos unidos en contra de Tardajos, porque los de Tardajos no votan en las municipales de Burgos. No se me ocurre otra escusa. No destruimos las calles de Burgos, ni quemamos contenedores, ni arremetimos contra las entidades privadas. Solo se actuó en contra de una nefasta planta de lodos que nos había contaminado, y por lo cual enfermaron varias personas. Y entonces, si fuimos acusados de violentos por todos y sin fisuras.

El melodrama no se ha acabado aún.