ERRORES EN CARTELES RECIENTES
PESCANDO CANGREJO SEÑAL EN PLENO CAMINO DE SANTIAGO
Según el cartel anunciador no se puede pescar cangrejo señal, y sin embargo, desde que se colocó se deben haber hecho averiguaciones científicas, que no eran necesarias, porque los lugareños lo llevábamos mucho tiempo diciendo. No se nos debiera multar por pescar este cangrejo, que está esquilmando las truchas del río y y encima no sabemos si con él nos podemos enfermar. Ya que no tiene ninguna garantía sanitaria que acredite que lo que se pesca es sano. Pero no hacían caso, y ellos a lo suyo, que era cobrar y vivir del cuento.
Porque no había crisis, y los ríos los poblaban cada año con truchas de las piscifactorías que ellos mismos cultivaban para tal efecto. Echaban un montón de ellas y los cangrejos comían y se reproducían a placer. Luego se multaba a los viandantes furtivos que lograban atrapar alguno, y listo. Cobraban por las licencias de pesca, también que era su negocio. Menuda pillería por parte de las autoridades que suscitaban las ganas de incumplir las leyes por parte de quienes estaban obligados a respetarlas bajo pena de multas. Hace poco leí que quizás los cangrejos eran portadores de tularemia. Ahora que es legal cogerlos, lo vuelvo a desmentir. Me han picado, los he cocinado, me los he comido y estoy mas que sana. Mis análisis arrojan que tengo una sangre muy joven, que será porque la renuevo constantemente, me cuido, como sano, y en mi manera de vivir existen hábitos saludables. Mucho ejercicio, aunque se trate de una simple caminata. y escribir, y escribir todo aquello que me hace sacar lo que me irrita, me desconcierta, me hace reír o me hace llorar. La escritura es una fuente de salud más.
¡Cuántas historias me contaban de cómo pescaban cangrejos!, y algunas veces lograban escapar de la tremenda vigilancia ejercida contra los que osasen pescarlos! Haciendo cosas increíbles. Porque hay quien, aquí, en este mismo pueblo ha pagado por coger cangrejos, verdaderas fortunas. E incluso me contaron, que un señor de un pueblo vecino, casi se arruina, ya en su jubilación. ¿Cuánto recaudarían a costa de este depredador? Yo misma les contaba a las autoridades la injusticia que fue que nos contaminaran las fuentes de agua pública del pueblo, y encima nosotros tuviéramos que pagar multas millonarias por pescar cangrejos que esquilmaban la pesca. Como si oyesen llover.
Les hacía una sencilla regla de tres: Si por pescar un cangrejo señal, nosotros pagamos tanto, ¿que no deberían haber pagado los capitalinos de Burgos por habernos contaminado los acuíferos de los que se surtía Tardajos, por haber estado enfermos a causa de aquel vertido, por soportar y seguir soportando los olores de esa maléfica planta que dicen que es totalmente saludable.
Ja, y yo voy y me lo creo cuando huelo la podredumbre a diario que me subleva el ánimo, y de hecho me obligó a escribir de manera muy distinta desde que sucedió aquello. Porque yo antes sólo me recreaba en la naturaleza pero después de aquella peste, me dio por tomar otros derroteros como defensa de quien tan indefensa ha estado siempre por aquí, en pos del progreso: la naturaleza.
Nota: Aquí se ha estado cogiendo desde julio cangrejo señal, y hasta ahora no se ha dado ningún caso, y se han comido la tira de ellos. También se ha cazado, y tampoco. Será que somos cuidadosos a la hora de comerlos, bien cocinados.
PESCANDO CANGREJO SEÑAL EN PLENO CAMINO DE SANTIAGO
Según el cartel anunciador no se puede pescar cangrejo señal, y sin embargo, desde que se colocó se deben haber hecho averiguaciones científicas, que no eran necesarias, porque los lugareños lo llevábamos mucho tiempo diciendo. No se nos debiera multar por pescar este cangrejo, que está esquilmando las truchas del río y y encima no sabemos si con él nos podemos enfermar. Ya que no tiene ninguna garantía sanitaria que acredite que lo que se pesca es sano. Pero no hacían caso, y ellos a lo suyo, que era cobrar y vivir del cuento.
Porque no había crisis, y los ríos los poblaban cada año con truchas de las piscifactorías que ellos mismos cultivaban para tal efecto. Echaban un montón de ellas y los cangrejos comían y se reproducían a placer. Luego se multaba a los viandantes furtivos que lograban atrapar alguno, y listo. Cobraban por las licencias de pesca, también que era su negocio. Menuda pillería por parte de las autoridades que suscitaban las ganas de incumplir las leyes por parte de quienes estaban obligados a respetarlas bajo pena de multas. Hace poco leí que quizás los cangrejos eran portadores de tularemia. Ahora que es legal cogerlos, lo vuelvo a desmentir. Me han picado, los he cocinado, me los he comido y estoy mas que sana. Mis análisis arrojan que tengo una sangre muy joven, que será porque la renuevo constantemente, me cuido, como sano, y en mi manera de vivir existen hábitos saludables. Mucho ejercicio, aunque se trate de una simple caminata. y escribir, y escribir todo aquello que me hace sacar lo que me irrita, me desconcierta, me hace reír o me hace llorar. La escritura es una fuente de salud más.
¡Cuántas historias me contaban de cómo pescaban cangrejos!, y algunas veces lograban escapar de la tremenda vigilancia ejercida contra los que osasen pescarlos! Haciendo cosas increíbles. Porque hay quien, aquí, en este mismo pueblo ha pagado por coger cangrejos, verdaderas fortunas. E incluso me contaron, que un señor de un pueblo vecino, casi se arruina, ya en su jubilación. ¿Cuánto recaudarían a costa de este depredador? Yo misma les contaba a las autoridades la injusticia que fue que nos contaminaran las fuentes de agua pública del pueblo, y encima nosotros tuviéramos que pagar multas millonarias por pescar cangrejos que esquilmaban la pesca. Como si oyesen llover.
Les hacía una sencilla regla de tres: Si por pescar un cangrejo señal, nosotros pagamos tanto, ¿que no deberían haber pagado los capitalinos de Burgos por habernos contaminado los acuíferos de los que se surtía Tardajos, por haber estado enfermos a causa de aquel vertido, por soportar y seguir soportando los olores de esa maléfica planta que dicen que es totalmente saludable.
Ja, y yo voy y me lo creo cuando huelo la podredumbre a diario que me subleva el ánimo, y de hecho me obligó a escribir de manera muy distinta desde que sucedió aquello. Porque yo antes sólo me recreaba en la naturaleza pero después de aquella peste, me dio por tomar otros derroteros como defensa de quien tan indefensa ha estado siempre por aquí, en pos del progreso: la naturaleza.
Nota: Aquí se ha estado cogiendo desde julio cangrejo señal, y hasta ahora no se ha dado ningún caso, y se han comido la tira de ellos. También se ha cazado, y tampoco. Será que somos cuidadosos a la hora de comerlos, bien cocinados.