BREVE HISTORIA DE LA UNION RESINERA
ESPAÑOLA
El 20 de enero de 1898 se constituyó en Bilbao La Unión Resinera Española con un capital de 5 millones y medio de pesetas para la obtención de trementina y colofonia a partir de la resina.
En 1901 se eleva el capital a 20 millones de pesetas para alcanzar en 1918 la cantidad de 50 millones.
En 1920 está implantada la sociedad resinera en 14 provincias y contaba con 25 fábricas de la que se obtenía el 60% de la producción española. Contaba con una masa forestal de 67 hectáreas.
Durante el periodo de 1929 a 36 sufrió una gran crisis que se salvó con la reagrupación y disolución de algunas filiales. En 1934 se forzó a la creación de Resinas
Españolas en Bilbao para gestionar en arrendamiento durante tres años los bienes de LURE.
Acabada la
guerra en 1939 se amplió el capital a 50 millones de nuevo y en 1941 a 75 millones de pesetas; ya que contaba con la aprobación del
gobierno franquista pues sus directivos eran afines al régimen.
Las fábricas más importantes se localizaban en Coca, Cuéllar y Aguilafuerte en
Segovia; Mazarete y Zaorejas en
Guadalajara; Viana en
Valladolid y Valladolid capital; Arévalo, Mombeltrán, la Adrada, Las Navas y Arenas en
Avila; Nogarejas en
León; Almazán en
Soria; Aranda de Duero y Oña en
Burgos; Fornes en
Granada; Caudiel en
Castellón; Estepona en
Málaga; Robledo en
Madrid; Majadas en
Cáceres y
Teruel.
En los años 50 la sociedad anónima LURE amplía sus productos. Además de los derivados resinosos se dedica a la madera, a la pasta de papel y a otros sectores como la inmobiliaria y el
turismo.
En los años 70 sufre un declive la industria resinera y se produce el cierre de las instalaciones y una drástica reducción de la plantilla.
Y a partir de ahí, concretamente esta zona de Guadalajara queda sumida en el abandono.
FOTO: fábrica de la Unión Resinera en Mazarete (Guadalajara)