La gran pitada al ministro de educación y su señora,...

La gran pitada al ministro de educación y su señora, es como morder la mano que les da de comer, los escritores también se dedican al mundo de la cultura y no reciben ni una perra, como dice Ángel un poco más arriba, cuando tienen taquillazo podían devolver lo recibido. No se de que te extrañas ya que esta actitud es una constante de este colectivo con los que no son de su cuerda; si no hubiera subvenciones se esmerarían más, ya que hay auténticos bodrios, para ver una buena ves cuatro malas.