Rapto de lucidez....

Rapto de lucidez.

Sánchez acertó ayer yendo al TC, pero eso lo obliga a romper.

Luis Ventoso.

Actualizado:

27/10/2018 00:38h.

Iniciar un artículo con un latinajo me hace reo de una justa condena en el purgatorio de los pedantes (y más no teniendo ni flores de latín). Pero vamos allá: «Amicus Plato, sed magis amica veritas». La conocida cita se le atribuye a Aristóteles hablando de su admirado maestro Platón. Suele traducirse libremente así: «Soy amigo de Platón, pero lo soy más de la verdad». Trayéndola a nuestra política diríamos lo siguiente: creo que Sánchez ha sido y es una calamidad para la vida pública, pero tengo el deber de enjuiciar sus hechos con rigor. Y ayer tuvo un rapto de lucidez y acertó con su decisión de recurrir ante el Constitucional lo sucedido el día 11 en el Parlamento catalán, donde se censuró al Rey y se aprobó una declaración por la abolición de la Monarquía. Además, el Gobierno ha decidido actuar contra el criterio del Consejo de Estado, presidido por Teresa De la Vega. La egregia zapaterista no atisbaba rasgo alguno de anticonstitucionalidad en el hecho de que el Parlamento de una comunidad se fume nuestra Carta Magna y refute al jefe del Estado y la forma de Gobierno que nos hemos dado, la Monarquía Parlamentaria. La iniciativa de Sánchez ante el TC es importante también porque llega en un momento en el que sus socios, los tele-comunistas y los separatistas, andan embarcados en una campaña contra el Rey y lo que representa (es decir, nuestros derechos y libertades).

Si en España no hubiésemos abolido la lógica, Sánchez se enfrentaría ahora a un elemental problema de congruencia. Si como presidente de España se ha visto forzado a llevar ante el TC a los independentistas catalanes, la consecuencia política inmediata es que tendría que romper con ellos, pues resulta delirante que se mantenga en La Moncloa con el apoyo de aquellos a los que él mismo ha denunciado como enemigos del jefe del Estado. Pero no romperá, porque la gran misión de este Gobierno es que el presidente no votado preserve su poltrona, por eso su gobernanza discurre como una permanente precampaña electoral: viajes, fotitos y vídeos sufragados con nuestros impuestos.

Y sin embargo, algo se mueve... ¿A qué viene este súbito rapto de españolismo y rigor constitucional por parte de un mandatario que hasta ahora se dedicaba a lisonjear a sus socios separatistas mientras ponía a parir a los dos partidos que defienden con ahínco la unidad de España? Pues viene a que huele a elecciones, inmediatas en Andalucía y no lejanas en España. El PSOE sabe que no puede concurrir a ellas con la marca de un partido felón, que pastelea con un xenófobo como Torra y envía a Iglesias a las cárceles a mendigar al líder del golpe que dé luz verde a los presupuestos. Aunque Tezanos haya convertido el CIS en un guiso triunfalista, cualquiera que se dé un paseo por las calles sabe que al grueso de los españoles les repugna el entreguismo ante los separatistas (y la romería de Iglesias en la cárcel les ha parecido la humillación final). Sánchez maneja también sus encuestas reales. Sabe que como no vaya girando al centro y al españolismo volverá a lograr un nuevo «resultado histórico», otro castañazo épico.

Luis Ventoso.

Director Adjunto.