El forajido abre chiringuito....

El forajido abre chiringuito.

Álvaro Martínez.

Actualizado:

31/10/2018 01:22h.

Desde la firma de la Declaración Unilateral de Independencia en un pasillo del Parlament hace un año, la banda del lazo no vivía algo tan trascendente, emotivo y ridículamente solemne como la presentación, ayer, del autodenominado «Consejo por la República», que tendrá su sede en la casa del forajido de Waterloo (Bélgica) y con el que se trata de ceder a Puigdemont los trastos de la gobernación de esa Cataluña fantasmagórica nacida del 1-O. En realidad, se trata de una especie de «contra-Tabarnia», pero sin gracia alguna y con recursos, eso sí, públicos que se hurtan a los catalanes en una prevaricación de manual. ¿Dónde está la Fiscalía? Porque si no fuera porque este último chiringuito «indepe» cuenta con partidas de dinero público -que le va a endosar el racista Torra (que está bordando el papel de marioneta del huido)- el «Consejo por la República» no pasaría de ser la última astracanada montada por la banda del lazo para seguir cebando la mentira en la que de manera tan irresponsable ha embarcado a los catalanes.

Naturalmente, la RTVE de Rosa María Mateo conectó en directo para que se escuchase el último discurso cagalástimas de Puigdemont desde la sede virtual del nuevo poder de Cataluña. La tele controlada por el «Gobierno bonito», ese que manda emisarios a las cárceles para negociar los Presupuestos con los golpistas presos, echó una mano a TV3 en la propaganda del momento. Así que con dinero de todos los españoles, RTVE regaló a los fugados un espacio promocional de este golpe de Estado diferido que estuvo plagado de amenazas e insultos a España y de mentiras colosales, porque el discurso de Puigdemont contenía aún más embustes que el de Carmen Calvo narrando el resultado de su reunión con el secretario de Estado del Vaticano a cuenta de Franco y La Almudena.

Una vez inaugurada en Bélgica -que ya va cogiendo fama de tierra prometida de los forajidos- la sede de esta «republiquita» ya se anuncian las primeras visitas al complejo «presidencial». Y uno de los primeros en llegarse hasta allí para hacerle la reverencia a Puigdemont puede ser Pablo Iglesias, ministro plenipotenciario del sanchismo, que cada vez manda más en La Moncloa, donde el doctor arrulla la adormecida respuesta del Gobierno a tanta provocación y tanta infamia contra España. Luego se enfada Sánchez cuando le dicen que es coparticipe de un golpe de Estado. Hay al menos 155 razones para pensarlo.

Álvaro Martínez.

Redactor jefe.