TRIANA. Que la televisión española está bajo el gobierno...

El timo de TVE.

Más que difícil será que la izquierda devuelva el control de la televisión pública antes de las elecciones de mayo.

Ana I. Sánchez.

Actualizado:

20/11/2018 01:17h.

Nada más llegar al Gobierno, los socialistas armaron la zapatiesta padre para tomar el control de RTVE. Aprovecharon las manifestaciones de los trabajadores contra la gestión del PP y prometieron convertirla en la televisión «plural e independiente» que merecen todos los españoles. La bien considerada Rosa María Mateo se tragó el cuento y cuando juró como administradora tuvo el cuajo de comprometerse «a recuperar la credibilidad» del ente público. Ni cuatro meses después, la «liberada» televisión de todos acumula ya dos episodios de censura, contraviniendo los fundamentos de las libertades de expresión e información.

Con el último desayunamos ayer. Cuando arrecia el debate sobre si Sánchez usa de manera abusiva el avión y el helicóptero oficiales -es habitual que use ambos cada vez que viaja-, la televisión pública reconoce que ha dejado en «stand by» la emisión de un reportaje sobre el interior de uno de los aeroplanos presidenciales. La pieza está ya costeada, lista para ser emitida y ni siquiera menciona el nombre de Pedro Sánchez porque se realizó cuando Rajoy aún ocupaba La Moncloa. Pero ni siquiera así saldrá a la luz de momento. No vaya a ser que los amplios y cómodos asientos de piel, los muebles de madera, la moqueta de primera, los dormitorios con despacho y sofá, la sala de reuniones, la cocina propia y las delicias del cátering levanten ampollas entre los votantes de izquierdas y eleven los decibelios del debate. Porque al paso que lleva el presidente, con más de una decena de países visitados en cinco meses, va a pasar más tiempo en el aire que en su despacho de La Moncloa.

Esta censura sigue a la no emisión de un reportaje sobre los primeros cien días del Gobierno de Sánchez que contenía opiniones que no gustaron a la nueva dirección nombrada por socialistas y podemitas. Quedaba mal reconocerlo así a las claras y Rosa María Mateo, encargada de comerse el marrón ante el Congreso, terminó balbuceando que no sabía realmente por qué no había llegado a emitirse. Para calmar los ánimos de los representantes de los españoles -esos que se merecen una televisión «plural e independiente»- acabó asegurando que se enteraría de lo que había pasado. La próxima semana vuelve a la Cámara Baja. Veremos si atina con la respuesta.

En todo caso, su versión confirma que su poder en RTVE no es más que papel mojado y que el asalto de la televisión pública bajo el lema de la imparcialidad no fue más que un timo. Más que difícil será que devuelvan la pieza antes de las elecciones de mayo. Con Sánchez, todo lo transitorio acaba aspirando a convertirse en permanente, así que cualquier excusa será buena para que el concurso del nuevo equipo acabe en los tribunales y la administración actual pueda continuar sin soltar la varita de la censura. La izquierda tiene muy aprendida la acertada definición que Vittorio de Sica hizo de la televisión: «Es el único somnífero que se toma por los ojos». Y a dosis lo están administrando.

Ana I. Sánchez.

Redactora.

TRIANA. Que la televisión española está bajo el gobierno de turno es tan claro como el agua de Sierra Nevada. Ahora bien, el PSOE trata de disimularlo, pero por mucho que esconda la cabeza queda siempre algo al descubierto.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Ángel, TVE, está bajo el manto de Podemos, ellos dictan las "consignas" el PSOE más bien pinta poco.

Un saludo.