La pandi a tortas....

La pandi a tortas.

Y resultó que eran humanos (e incluso demasiado)

Luis Ventoso.

Actualizado:

18/01/2019 00:55h.

Thomas Hobbes hizo suya en el XVII la cita clásica de Plauto: «El hombre es un lobo para el hombre». Los hobbesianos tendemos a darle la razón. Las personas no meamos agua de colonia. Somos mundanas, concupiscentes, falibles. Tendemos a velar por el bienestar de nuestro ombligo. Los liberales han entendido al ser humano mejor que las utopías comunistas, porque se conforman con aceptarlo tal cual es, movido por las pulsiones del propio beneficio y el orgullo (aunque existan maravillosas almas altruistas). En cambio el socialismo sueña despierto con una humanidad angelical, que en nombre del supremo ideal igualitario asumirá el reparto de bienes con una sonrisa de oreja a oreja. Los liberales saben que no es así, que al privar a los ciudadanos del incentivo de ir a más, la prosperidad de la nación queda acogotada.

El 17 de enero de 2014, tal día como ayer, se produjo la puesta de largo en el Palacio de Vistalegre del flamante partido Unidos Podemos (que hoy ya no puede ni está unido). Unos treintañeros henchidos de soberbia se jactaron de que había nacido una nueva forma de hacer política, solidaria, ejemplar, joven, sin mácula. Desde los conciertos de Viva la Gente no se había visto tal desparrame de almíbar sobre un escenario. «Somos un grito de alegría, porque somos mayoría», clamaba el joven Lenin de coleta y camisa arremangada.

Luego los padres fundadores se hicieron una foto, exultantes y abrazados: Luis Alegre, Carolina Bescansa, Monedero, Tania González, Iglesias y Errejón. Hoy ves aquella imagen y te viene a la mente el «Diez negritos» de Agatha Christie: todos han ido cayendo, hasta que solo ha quedado Iglesias (con su nueva mujer, a la que ha nombrado su lugarteniente). Al filósofo Alegre lo purgaron en Vistalegre 2. Monedero, honrando su apellido, se vio forzado a abandonar la escena por pícaro fiscal. Tania González está olvidada y ganando dinero como eurodiputada. Bescansa protestó por el pasteleo con los separatistas y fue oportunamente laminada. Y Errejón, ay, le devuelve ahora la puñalada a Iglesias y se va de ganchete con la taimada Abuelita Paz (que ella solita, con su plácida sonrisa, se ha cargado a Podemos en Madrid, roto ya en tres marcas: el carmenismo, el Podemos de Iglesias y los Anticapitalistas).

El partido implosiona justo en su quinto aniversario. Está en caída libre en los sondeos y es una jaula de grillos, a bofetada limpia en las comunidades. Los ángeles eran humanos. Odiaban y se apuñalaban por un carguito. El austero líder supremo chocheaba por el confort burgués y se compró un chaletazo. La apuesta por el modelo bolivariano se percibe hoy como lo que siempre fue: una chaladura. Hacían pillerías fiscales. Mercadeaban con pisos sociales. Cuando tocaron poder en los ayuntamientos impartieron un recital de incompetencia y sectarismo. Alguno, como el admirado Errejón, hasta hurtó una beca (por un importe veinte veces superior a los dos botes de crema de Cifuentes). Pero nunca se fue a casa y hasta imparte lecciones morales.

Podemos naufraga. Bueno para España, su democracia y su futuro. Al final resultó que el más serio del clan casi era el bebé de Bescansa, que por lo menos estaba callado en el Congreso.

Luis Ventoso.

Director Adjunto.