La «lógica» de Iglesias y Marlaska....

La «lógica» de Iglesias y Marlaska.

El sectarismo de la izquierda.

Álvaro Martínez.

Actualizado:

09/07/2019 00:02h.

Dice Pablo Iglesias que a nadie le puede sorprender que «si pactas con la ultraderecha» te ataquen con lejía y antes de que te escabechen te tenga que sacar la Policía de la manifestación cuando te acorrala una turba violenta. «Es lógico», afirmó ayer el líder de Podemos, sumándose así a la campaña y precampaña organizadas por la izquierda contra Ciudadanos, a quien esa misma izquierda no le perdona que no se avenga a investir otra vez a Sánchez como presidente para que lleve a cabo unas políticas «progresistas y de izquierdas».

De acuerdo con la «lógica» de Iglesias también sería normal que los colectivos LGTBI le trasmitiesen a él que no les parece bien que el movimiento podemita haya sido financiado generosamente por Irán, donde a los homosexuales se les cuelga de una grúa en las calles de Teherán. Incluso, y de acuerdo con esa «lógica», esos colectivos podían haber cercado en la manifestación del otro día a lo que ha quedado en pie de Izquierda Unida tras el paso por allí de Alberto Garzón, por la «difícil» relación histórica de los comunistas con los homosexuales. Ahí tienen a Ernesto «Che» Guevara, el héroe con boina de la progresía mundial, que en Cuba metía a los gais en «centros de reeducación». Pues aún se ven camisetas del Che en la manifestación del Orgullo. Qué importante es haber leído.

Caso aparte es el del ministro Grande-Marlaska, a quien Ciudadanos acusa, con pruebas, de haberles echado a la turba encima al afirmar la víspera de la manifestación que «pactar con quien trata de limitar los derechos LGTBI tiene que tener una consecuencia». Y la tuvo: el sábado, lejía y acoso violento a Cs. Lo que según Grande-Marlaska no debe tener consecuencia alguna es que a un homosexual le llamen «maricón», como hizo con él la hoy ministra Delgado. Y no una vez sino dos en la misma conversación, así que la cosa tiene pinta de hábito léxico. Cuando se hizo pública la grabación en la que Delgado le llamaba eso, Marlaska le quitó importancia.

Tampoco tuvo consecuencia alguna que, con la ley del matrimonio homosexual recurrida ante el Tribunal Constitucional por el PP, este partido propusiera a Grande-Marlaska como vocal del CGPJ. Entonces el hoy ministro socialista no renunció a la oferta y tan ricamente se sentó en el órgano de gobierno de los jueces. Todo muy lógico...

Álvaro Martínez.

Redactor jefe.