LA ALBERCA....

LA ALBERCA.

La mayoría tonta.

La libertad es una aberración porque permite a la gente votar a Ayuso.

Alberto García Reyes.

Actualizado: 28/04/2021 23:54h.

Hay por ahí circulando una foto de una furgoneta de Correos, amarilla como una yema, con este rótulo sobre la chapa: «Este vehículo es verde». Ahí está concentrado todo el timo de la política contemporánea, líquida y mágica a la vez. Un trampantojo hecho con polisemias ambiguas como el del plan de resiliencia, un tocho de aire. La política moderna es un homenaje a Los Chichos porque todo lo que piensas tú son ilusiones. Si pensabas que Pablo Iglesias iba a los debates en taxi como cualquier currante, te puede la inocencia. Cuando nadie mira, viaja en el asiento de atrás del coche oficial. Todos tenemos la ilusión de que, por ejemplo, los ministros no hagan campaña electoral en el desempeño de sus cargos. Más ilusiones. A María Jesús Montero le preguntaron por Vox y ella, con su célebre oratoria rudimentaria -no habla andaluz, habla mal de cualquier parte- contestó: «No me voy a referir a eso, pero hay que poner un cordón sanitario a aquellas expresiones que se fundamentan en el odio». Es decir, no me voy a referir a lo que me voy a referir. Mitad ‘la parte contratante’ de Groucho, mitad ‘como alcalde vuestro que soy’ de Isbert. Así es la propaganda redondista: lo que ves queda absorbido por lo que el benefactor te dice que ves. Tus ojos mienten.
El compadre que ha enchufado Sánchez en Correos ha sublimado este festival del vacío político con el tráfago de sobres fascistas al que ayer se sumó como víctima el expresidente Zapatero. Hay que celebrar que esta balacera haya sido epistolar, que es un formato mucho más amable que el que practicaban los camaradas del amigo Otegi. Pero el envío a Ayuso es un gato que le han metido al discurso victimista del populismo y a la brujería dialéctica de Pablo Iglesias, al que le preguntaron el otro día unos cachondos en la radio: «Pablo, ¿comunismo o libertad?». Y contestó su subconsciente: «Comunismo, qué cojones». Que en la libertad se puede asegurar oficialmente que lo amarillo es verde, los dementes pueden enviar a ministros navajas lorquianas -bellas de sangre contraria- y ni las tretas de la innata inteligencia comunista pueden evitar que la mayoría tonta vote a Ayuso, por dios santo, qué disparate.