Ignacio Camacho....

Ignacio Camacho.

Reducir el terremoto andaluz a una bofetada popular contra Sánchez es una falta de respeto al hombre que ha ganado las elecciones. Las mayorías sociales no se consiguen sólo a base de rechazo y de estimular el voto como una pedrada contra la facción adversaria. Tanto Ayuso como Moreno –'memento mori', Juanma– han conseguido las suyas gracias a una gestión capaz de reunir la aceptación de muchas capas ciudadanas.

Y ambos estaban ya en el poder, importante factor a la hora de generar confianza. El hecho de que hayan alcanzado el éxito con métodos y estilos distintos, casi opuestos, demuestra el valor esencial del trabajo bien hecho más allá del marco o la forma en que cada cual envuelva su modelo.
 Hay un claro desplazamiento sociologico hacia la derecha como consecuencia del desgaste  del  Gobierno, pero este no va a desplomarse por su propio peso; es necesario que la gente perciba un nuevo proyecto sin riesgo para sus intereses concretos. Para que ese proceso cuaje a escala nacional falta un cierto tiempo. Por liquidado que pueda parecer el presidente  esta dispuesto a atrincherarse hasta el último aliento. Y dispuesto como ha demostrado esta semana en el asalto simultáneo al Tribunal Constitucional, a Indra y al Instituto de estadística, a alterar  en su beneficio las reglas del juego,  ocupar a toda "Prisa" o modificar sus propias reformas legislativas para doblarle el pulso a la cúpula de la administración de justicia.