Hoy, 26 de noviembre se nos ha ido una figura imprescindible para entender la historia de América, Cuba
Hoy, 26 de noviembre se nos ha ido una figura imprescindible para entender la historia de América Latina y del mundo de estos últimos 60 años. Fidel Castro Ruz, ha muerto en La Habana a los 90 años. Dirigente de la Revolución Cubana, la historia de Latinoamérica no sería la misma sin él. Pero también tiene mucha relación con nuestro país. Concretamente, sus orígenes.
Durante mediados del siglo XIX y principios del XX, fueron miles y miles los españoles que emigraron a América en busca de mejorar su situación económica. Cuba, colina española hasta 1898, era uno de los lugares predilectos para la emigración. en Cuba en octubre de 1899, en un país de un total de 1 572 797 personas; 129 240 eran naturales de España con residencia en la Isla. En ese año, es cuando Ángel Castro Argiz, un campesino gallego de Láncara (Lugo) desembarca en Cuba, concretamente el 4 de diciembre.
Ángel buscaba la prosperidad en tierras de Cuba. Y la consiguió: llegó a trabajar como contratista con la United Fruit Company cortando madera en los bosques, para luego plantar inmediatamente caña de azúcar. Además de forma particular se dedicaba a la crianza de gallos jerezanos de pelea. Después fundó su propia hacienda, Manacas, ubicada en Birán, convirtiéndose en un rico terrateniente, donde contrató a emigrantes españoles.
angel-castro
En 1911 se casó con una maestra de Birán, María Luisa Argota Reyes, a quien conoció en la ciudad de Santiago de Cuba y con la que tuvo cinco hijos; tres murieron de niños y dos sobrevivieron: Pedro Emilio y Lidia Castro Argota. Luego de varios años de convivencia conyugal, manteniendo la felicidad del hogar, conoció a Lina Ruz González (1903-1963) en la casa de los padres de ella. Lina tenía tan sólo 19 años, mientras que Ángel tenía 47, cuando nació su primera hija, Ángela Castro, estando Ángel aun casado con su primera esposa. Ángel se casó con Lina en abril de 1943. Con Lina, Ángel tuvo siete hijos, incluyendo a Fidel y Raúl Castro.
Ángel Castro Argiz murió en Birán 42 días antes del desembarco de sus hijos Fidel y Raúl junto a otros 80 expedicionarios en la Playa Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956.
Fidel Castro, a pesar de ir contra el poder de los terratenientes, admiraba a su padre. Esto dijo de él: “Mi padre era uno de aquellos jóvenes pobres de Galicia a los cuales algún rico le daba una cantidad de dinero para que lo sustituyera en el servicio militar. Cuando le tocaba a un rico, buscaba una cantidad de dinero y se la daba a aquel que no tenía”.
En 1992, Fidel Castro visitó el pueblo originario de su padre, Láncara, de la mano del presidente de la Xunta y miembro del PP, Manuel Fraga. La periodista Carmen Rigalt lo cuenta así en su crónica de esta visita para el `Magazine` de El Mundo:
“No había nada que ver, salvo la pequeña casucha donde nació Ángel Castro y que ha sido restaurada apresuradamente para que al comandante le diera buena impresión. Pero el comandante no habló de impresiones. Contempló la vivienda desde la perspectiva de su altura gigantona y apenas se atrevió a balbucear un par de frases. Luego acarició el paisaje con la mirada, dio un rodeo por el terruño que ciñe la casa y fijó la atención en un par de detalles que pasaron inadvertidos a los ojos de los demás”.
Durante mediados del siglo XIX y principios del XX, fueron miles y miles los españoles que emigraron a América en busca de mejorar su situación económica. Cuba, colina española hasta 1898, era uno de los lugares predilectos para la emigración. en Cuba en octubre de 1899, en un país de un total de 1 572 797 personas; 129 240 eran naturales de España con residencia en la Isla. En ese año, es cuando Ángel Castro Argiz, un campesino gallego de Láncara (Lugo) desembarca en Cuba, concretamente el 4 de diciembre.
Ángel buscaba la prosperidad en tierras de Cuba. Y la consiguió: llegó a trabajar como contratista con la United Fruit Company cortando madera en los bosques, para luego plantar inmediatamente caña de azúcar. Además de forma particular se dedicaba a la crianza de gallos jerezanos de pelea. Después fundó su propia hacienda, Manacas, ubicada en Birán, convirtiéndose en un rico terrateniente, donde contrató a emigrantes españoles.
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En 1911 se casó con una maestra de Birán, María Luisa Argota Reyes, a quien conoció en la ciudad de Santiago de Cuba y con la que tuvo cinco hijos; tres murieron de niños y dos sobrevivieron: Pedro Emilio y Lidia Castro Argota. Luego de varios años de convivencia conyugal, manteniendo la felicidad del hogar, conoció a Lina Ruz González (1903-1963) en la casa de los padres de ella. Lina tenía tan sólo 19 años, mientras que Ángel tenía 47, cuando nació su primera hija, Ángela Castro, estando Ángel aun casado con su primera esposa. Ángel se casó con Lina en abril de 1943. Con Lina, Ángel tuvo siete hijos, incluyendo a Fidel y Raúl Castro.
Ángel Castro Argiz murió en Birán 42 días antes del desembarco de sus hijos Fidel y Raúl junto a otros 80 expedicionarios en la Playa Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956.
Fidel Castro, a pesar de ir contra el poder de los terratenientes, admiraba a su padre. Esto dijo de él: “Mi padre era uno de aquellos jóvenes pobres de Galicia a los cuales algún rico le daba una cantidad de dinero para que lo sustituyera en el servicio militar. Cuando le tocaba a un rico, buscaba una cantidad de dinero y se la daba a aquel que no tenía”.
En 1992, Fidel Castro visitó el pueblo originario de su padre, Láncara, de la mano del presidente de la Xunta y miembro del PP, Manuel Fraga. La periodista Carmen Rigalt lo cuenta así en su crónica de esta visita para el `Magazine` de El Mundo:
“No había nada que ver, salvo la pequeña casucha donde nació Ángel Castro y que ha sido restaurada apresuradamente para que al comandante le diera buena impresión. Pero el comandante no habló de impresiones. Contempló la vivienda desde la perspectiva de su altura gigantona y apenas se atrevió a balbucear un par de frases. Luego acarició el paisaje con la mirada, dio un rodeo por el terruño que ciñe la casa y fijó la atención en un par de detalles que pasaron inadvertidos a los ojos de los demás”.