Ese momento Malcolm X conoció a Fidel Castro en Harlem hace 60 años en este día.
Un año después de la Revolución Cubana, Castro y su delegación vinieron a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, pero la administración del hotel Manhattan la delegación reservó ahora a albergarlos después de que el gobierno de los Estados Unidos ya presionó a otros hoteles para rechazar a los cubanos. Al enterarse de su situación, Malcolm X los invitó a venir al centro de Harlem, para quedarse en el Hotel Theresa, donde Malcolm X dijo que sería recibido con los brazos abiertos.
′′ Teníamos dos opciones: una era el patio en las Naciones Unidas; cuando le dije esto al Secretario General, estaba horrorizado por la idea de una delegación acampando en tiendas de campaña allí; y luego recibimos la oferta de Malcolm X, había hablado a uno de nuestros camaradas, y yo dije: ′′ Ese es el lugar, Hotel Theresa." Y ahí fuimos," dijo Castro.
La gente de Harlem recibió al líder revolucionario cubano de 34 años por miles, con masas acurrucándose todo el día frente al hotel. Castro fue para los revolucionarios con barba que le había dicho a la América blanca que se fuera al infierno y su estancia allí fue un reconocimiento importante de la lucha que los afroamericanos compartieron con el resto del Tercer Mundo en resistir el racismo, colonialismo y el imperialismo.
Cuando Malcolm X, de 35 años, recibió Castro, hablaron de la increíble inhospitalidad que la parte cubana había experimentado en Shelburne, la insultante demanda que les hizo para un depósito de 10,000 $ contra los daños que se esperaba de los ′′ bárbaros ′′ cubanos Después de una campaña racista de calumnia en la prensa que incluía cargos infundadas de desplumar pollos vivos en el hotel.
Pero sobre todo, Fidel habló de Harlem. ′′ Siempre quise venir a Harlem," dijo Castro, ′′ pero no estaba seguro de qué tipo de bienvenida recibiría. Cuando recibí la noticia de que sería bienvenido en Harlem, me sentí feliz." A los negros de los Estados Unidos no les lavó el cerebro la propaganda anticubana del gobierno como blancos, continuó. Cuba revolucionaria, una mayoría de la nación negra, estaba erradicando la discriminación racial. Cubanos, africanos y los negros de los Estados Unidos estaban todos en el mismo barco. ′′ Me siento como si estuviera en Cuba ahora. Me siento muy cálido aquí." Malcolm X respondió que de hecho era cierto que, ′′ Nosotros en Harlem no somos adictos a toda la propaganda que el gobierno de los EE. UU. pone." Y entonces ellos aceptaron.
′′ Mientras el Tío Sam esté contra ti, sabes que eres un buen hombre," Malcolm X le dijo a Castro.
Un año después de la Revolución Cubana, Castro y su delegación vinieron a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, pero la administración del hotel Manhattan la delegación reservó ahora a albergarlos después de que el gobierno de los Estados Unidos ya presionó a otros hoteles para rechazar a los cubanos. Al enterarse de su situación, Malcolm X los invitó a venir al centro de Harlem, para quedarse en el Hotel Theresa, donde Malcolm X dijo que sería recibido con los brazos abiertos.
′′ Teníamos dos opciones: una era el patio en las Naciones Unidas; cuando le dije esto al Secretario General, estaba horrorizado por la idea de una delegación acampando en tiendas de campaña allí; y luego recibimos la oferta de Malcolm X, había hablado a uno de nuestros camaradas, y yo dije: ′′ Ese es el lugar, Hotel Theresa." Y ahí fuimos," dijo Castro.
La gente de Harlem recibió al líder revolucionario cubano de 34 años por miles, con masas acurrucándose todo el día frente al hotel. Castro fue para los revolucionarios con barba que le había dicho a la América blanca que se fuera al infierno y su estancia allí fue un reconocimiento importante de la lucha que los afroamericanos compartieron con el resto del Tercer Mundo en resistir el racismo, colonialismo y el imperialismo.
Cuando Malcolm X, de 35 años, recibió Castro, hablaron de la increíble inhospitalidad que la parte cubana había experimentado en Shelburne, la insultante demanda que les hizo para un depósito de 10,000 $ contra los daños que se esperaba de los ′′ bárbaros ′′ cubanos Después de una campaña racista de calumnia en la prensa que incluía cargos infundadas de desplumar pollos vivos en el hotel.
Pero sobre todo, Fidel habló de Harlem. ′′ Siempre quise venir a Harlem," dijo Castro, ′′ pero no estaba seguro de qué tipo de bienvenida recibiría. Cuando recibí la noticia de que sería bienvenido en Harlem, me sentí feliz." A los negros de los Estados Unidos no les lavó el cerebro la propaganda anticubana del gobierno como blancos, continuó. Cuba revolucionaria, una mayoría de la nación negra, estaba erradicando la discriminación racial. Cubanos, africanos y los negros de los Estados Unidos estaban todos en el mismo barco. ′′ Me siento como si estuviera en Cuba ahora. Me siento muy cálido aquí." Malcolm X respondió que de hecho era cierto que, ′′ Nosotros en Harlem no somos adictos a toda la propaganda que el gobierno de los EE. UU. pone." Y entonces ellos aceptaron.
′′ Mientras el Tío Sam esté contra ti, sabes que eres un buen hombre," Malcolm X le dijo a Castro.