Un día, paseando en coche por Madrid, hace más de 55...

Un día, paseando en coche por Madrid, hace más de 55 años, apareció delante de mí con un coche más antiguo que Carracuca, me sonreí, pero en el cristal trasero del coche había un letrero que decía: " ¡A MÍ TAMPOCO ME GUSTA EL SUYO "!